Aumentan las denuncias por ruido en la Fiscalía de Bizkaia

Bilbao

En lo que llevamos de año, las denuncias por ruido han aumentado en la Fiscalía de Bizkaia. Más casos, pero no necesariamente más juicios, de hecho hemos hablado con la Fiscal Delegada de Medio Ambiente en el territorio y destaca dos de esas vistas: una con condena, por el malestar vecinal que provocada el ruido de un vecino en una vivienda en el Casco Viejo de Bilbao; la otra, desestimada, a una empresa maderera de Urdaibai.

No todo es contaminación

No todo es contaminación, nos reconoce Pilar Sánchez, para que haya delito debe haber un perjuicio grave para la salud de las personas. En la antesala, un exceso de ruido puede ser constitutivo de sanciones administrativas y son los ayuntamientos quienes vía ordenanza deben controlarlo o sancionarlo. Si hablamos de lo que llega a Fiscalía, la Delegada en Bizkaia nos reconoce que es consciente de que el ruido se ha convertido en un problema muy importante, especialmente el ruido vinculado al ocio ajeno. Y se complica, admite, porque no se circunscribe a un local, en la mayoría de los casos, sino a lo que sucede fuera de él, de ahí las dificultades de la denuncia.

Preguntada por la posibilidad de la mediación, Pilar Sánchez reconoce que "cuando una denuncia de este tipo se encuentra en la Administración sí que es posible y deseable llegar a medidas en común par evitar los problemas que puedan derivarse de ciertas actividades". Las investigaciones no son sencillas, dice, suelen ser largas y no fáciles porque se precisa la adopción de muchas mediciones de ruido, hay que acreditar el exceso y el perjuicio ocasionado a las personas.