'Historias de Langkawi' y un Pikachu de Ermua

Hasta Asia han viajado los ciclistas para finiquitar el ciclo 2022. Allí, entre Malasia y Japón, han vivido experiencias que en Europa no son habituales. Desde llevar sus propios alimentos en avión hasta recibir a un club de fans japonés dedicado al Euskaltel Euskadi.

Hasta el Tour de Langkawi viajaron Gorka Gerrikagoitia, director del Cofidis, y Ander Okamika, ciclista del Burgos-BH. Para llegar a Kuala Lumpur la organización flotó 3 vuelos en los que ya comenzaron las dificultades, algunos conjuntos tuvieron que afrontar sobrecargos de más de diez mil euros al facturar todo el material.

Una vez llegados, la humedad, el calor y las condiciones de los alimentos reventaron al pelotón con una gastroenteritis. "Un ciclista nuestro tuvo que parar 4 veces a cagar durante la etapa", dice Gerrikagoitia. "Es complicado, hemos llevado proteína en polvo para poder ingerir- explica el de Gernika- te ponen pollo en la mesa pero está muy troceado, no sabes lo que comes".

Okamika finalizó octavo en una etapa pero terminó con buen sabor de boca tras la victoria de su compañero Alex Molenaar en la jornada final.

En Japón, Peio Goikoetxea vivió una situación surrealista. Corriendo la Japan Cup, se encontró con una familia japonesa disfrazada del pokemon Pikachu y con carteles que llevaban su nombre. ¿El culpable de todo? Masami Murakami. Un japonés que en 2005 se mudó a Bilbao para trabajar en el Guggenheim con artistas y turistas japoneses. Estuvo viviendo en Ermua también, antes de la pandemia se volvió para Japón. Allí fundo la Peña oficial Tokiotarrak del Athletic Club.

Escucha aquí los testimonios de Peio y Masami.