Sin fiestas

Valencia

En marzo no habrá Fallas en Valencia ni Magdalena en Castellón. ¿A alguien le sorprende a estas alturas? Seguramente no, viendo la situación de pandemia desbordada que tenemos. Pero lo acaban de anunciar el alcalde de Valencia, Joan Ribó, y la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco.

Y hacen bien, porque lo que no tiene sentido es postergar las decisiones inevitables. Esto solo puede generar falsas expectativas, provocar al final frustración y confundir a la ciudadanía con los mensajes.

Acordémonos si no del error de la Cabalgata de Valencia y de las aglomeraciones que provocó. Por muy reducido que se hubiese planteado el acto, es de una incoherencia total. Y más viniendo de un partido, Compromís, que lleva tiempo pidiendo endurecer las medidas para frenar los contagios. Lo peor, que lo que pasó se veía venir.

Así que más vale prevenir y anticiparse al peor escenario. En marzo seguirá habiendo coronavirus. Admitir la realidad es pensar ya en un plan B, en qué hacer para ayudar a un sector que agoniza. Y ojalá nos equivoquemos. Creo que hoy todos firmaríamos llegar a marzo y tener entonces que improvisar una fiesta, porque ya todo pasó y no contábamos con eso.