Si los monumentos históricos sobrevivieron a la pesta negra, ¿por qué se ven amenazados por el coronavirus?

Valladolid

A estas alturas del confinamiento nos sabemos de memoria los productos que debemos mezclar para desinfectar los alimentos tras realizar la compra para poder consumirlos en casa sin riesgo. No nos sorprende que cada día se desinfecten espacios públicos como calles o autobuses urbanos, pero ¿qué ocurre con los monumentos históricos? ¿Valen las mismas reglas de desinfección?

En la Ventana Castilla y León hablamos con Cristina Escudero, responsable de la Unidad de Emergencias del Patrimonio de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León. Reconoce que se han cometido auténticas locuras a la hora de desinfectar monumentos. Especialmente en el extranjero. "En Rusia se ha desinfectado con un chorro a presión esculturas a una altura tan elevada, que es imposible que haya llegado el virus".

Recuerda cómo se realizó la desinfección durante la peste negra y por qué ya no sirve este sistema para la actualidad.

Explica que en aquellos monumentos que estén cerrados es mejor no hacer nada porque el virus no habrá entrado. En aquellos que hayan estado en uso o estén en la vía pública lo peor es usar la lejía, tanto en piedra como en cobre. "Siempre provoca reacción". "El agua oxigenada tampoco es una opción porque también reacciona, sobre todo en los pigmentos, te puedes imaginar en los lienzos de una iglesia". Lo mejor es el jabón neutro o el alcohol, pero el alcohol escasea y tiene prioridad su uso sanitario.