Tres anuncios a las afueras para Verónica

DENIGRADA, HUMILLADA, INSULTADA, ACOSADA POR SU ENTORNO
Con cada visionado, cada reenvío, cada risita, cada comentario jocoso, cada mirada no disimulada sin que nadie cortara la difusión masiva, sin que nadie tuviera la más mínima empatía, se contribuyó al infierno de Verónica Rubio. Está demostrado en numerosas investigaciones del ámbito de la psicología que, cuando se actúa como una jauría humana, se diluye el sentido de la responsabilidad. Pío, pío, que yo no he sido… En esas están…
¿Y TODAVÍA NADIE SABE QUIÉN LO INICIÓ?
Porque alguien tuvo que empezar, porque alguien quiso hacérselo pasar mal, muy mal. Y vaya si lo consiguió. Porque sabía que con eso se hace daño. Porque a una mujer que usa su cuerpo libremente, siempre se la va a juzgar públicamente. Puta, putón, Madame Bovary los más finolis, así la llamaron, claro, y, así, la despojaron de cualquier derecho como ser humano. Ni siquiera después de muerta la han dejado en paz, su vídeo es uno de los más buscados en páginas porno de internet.
¿CÓMO ES POSIBLE, IVECO?
Vero acudió a vosotros para pararlo, para que hicierais algo. Personal, dijisteis, es algo personal. Y os pasasteis por el forro el protocolo de acoso sexual, por más que, en el centro de trabajo, muchos compañeros se comportaran con Vero de forma claramente hostigadora. Y, así, entre reenvíos y acosos, aumentaba la probabilidad de lo que ella más temía, que su familia se fuera a desmoronar por un pasado que a nadie tenía que importarle ya.
Permítanme imitar los mensajes de las vallas publicitarias de Mildred Hayes, el personaje magníficamente interpretado por la actriz Frances McDormand en la película “Tres anuncios en las afueras”, para mostrar la mayor repulsa a lo sucedido con Verónica. No queda otra que insistir en la educación como herramienta primordial para no convertirnos en una sociedad enferma, si es que no lo somos ya…