Industria y condiciones meteorológicas, entre los focos

Huelva

El resultado de los estudios olfatométricos elaborado por la empresa Strenghs a petición de la Junta durante tres meses para conocer el origen de los fuertes olores que se dieron en enero de 2015 y a en otoño de ese mismo año, concluye que no hay un origen concreto como fuente emisor de los malos olores. Si bien es un cúmulo de la actividad industrial y de unas determinadas condiciones meteorológicas. 

La delegada de Medio Ambiente, Rocío Jiménez, ha aclarado que el estudio  elaborado por la Junta ha llevado, conducido por esas condiciones meteorológicas, hasta la Punta del Sebo y a Nuevo Puerto como probables focos, pero sin señalar a ningún culpable.

En cualquier caso, no son concluyentes porque éste estudio ha sido una experiencia piloto y para ser concluyentes tendrían que haberse hecho por un tiempo superior, de entre 6 a 12 meses.

En el otro estudio que han remitido las propias empresas se concluye que "ninguna de ellas afecta por sí sola a la población" y la Junta cree entonces necesario estudiar si, sumando la emisión de cada empresa, el resultado sería otro distinto, como apunta José Antonio Candela, jefe del Servicio de Prevención Ambiental.

En el estudio elaborado a petición de la Junta, los puntos de medición se han hecho en Huelva capital y en la zona de la Rábida. Y concluyen que el olor industrial solo se detecta durante un 2% durante el tiempo que ha durado la evaluación en la capital. Precisamente ese 2% es una cantidad que coincide, según el estudio, con las ocasiones en que la población percibe los malos olores. En el caso de la Rábida es más elevado y esa percepción del olor alcanza un 12%.

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 Pero el estudio también subraya que en la capital durante el 58 % del tiempo medido no se percibe olor y en el 40 %, el olor no es de procedencia industrial y en el caso de la zona industrial de la Rábida, el olor no industrial alcanza el 54% del tiempo medido y en el 34% hubo ausencia de olor.

 Después de conocer estos datos, la intención de la Junta es ampliar los estudios sobre malos olores y, si es necesario, se solicitarán a las empresas que acometan medias correctoras para minimizar esos fuertes olores.