Un año muy difícil para la Comunitat

València

Ahora que se amontonan los buenos propósitos para el nuevo año, no estaría de más que aquí, en nuestra Comunitat, y sin renunciar por supuesto a su tarea fiscalizadora y de alternativa, de una vez por todas y respetando las normas de la democracia, las izquierdas aceptaran el cambio en la Generalitat y las derechas la continuidad del Gobierno Central.

A partir de ahí, el escenario ideal para 2024 sería el de una colaboración leal entre los dos ejecutivos aunque, más allá de las buenas palabras, tengo muchas dudas al respecto, es más, no me extrañaría que se repitiera la calificada como palabra del año en el 23, la famosa polarización.

A todo esto, habría que añadir otro problema que ojalá me equivoque nos seguirá lastrando este nuevo año, el de nuestra invisibilidad a nivel nacional. Si al peso ya habitual de Madrid, súmanos el también clásico pero aumentado de Catalunya y País Vasco, Galicia con sus elecciones de febrero y Andalucía como comunidad más poblada en España y referente trascendente del PP, me temo que tenemos unos meses difíciles por delante.

Por cierto, siento romper el espíritu navideño de más de uno pero más que una reflexión pesimista, creo que es muy realista.