Falta de información o los "objetores de conveniencia": los problemas de la eutanasia en la Comunitat Valenciana

Dos años después de que entrara en vigor la ley de muerte digna en España, que permite la eutanasia en los pacientes más graves, muchos profesionales valencianos aún no conocen los detalles de la norma y cómo funciona el proceso. Lo denuncian en la Cadena SER la asociación, que representa a la ciudadanía, Derecho a Morir Dignamente, que pide a Sanitat que facilite más el proceso porque en algunos casos se están provocando retrasos para realizar todo el proceso de la eutanasia. Aseguran que en la Comunitat Valenciana hay más obstáculos que en otras comunidades y lamentan además la falta de transparencia sobre el asunto. La semana pasada se celebró en Gandia un congreso en el que participaron profesionales y familiares para debatir sobre cómo se aplica la ley de la eutanasia en España y una de las conclusiones es que aquí en la Comunitat Valenciana no funciona del todo bien. La falta de formación de muchos profesionales hace que no sepan cómo tramitar el proceso cuando un paciente pide la eutanasia y los plazos se retrasan. María José Alemany, responsable en la Comunitat Valenciana de la asociación Derecho a Morir Dignamente, denuncia también que Sanitat no es ágil a la hora de ofrecerles información y aún no ha comunicado, por ejemplo, el nombre de las personas que forman la Comisión de Garantías que tiene que autorizar la eutanasia. Pide también más formación a los médicos sobre el asunto. Otro de los problemas que han detectado desde la Asociación que lucha por garantizar el derecho a morir dignamente y los profesionales es el elevado número de objetores de conciencia que, en muchas ocasiones, no son objetores por convicción, sino que son lo que han bautizado como «objetores de conveniencia». Lo explica el médico Toño Torrijos, que trabaja en el hospital de La Ribera y ha podido comprobar como, sobre todo los médicos de familia, deciden objetar para no tener que asumir toda la carga de trabajo que supone una eutanasia. Pedro Torrijos y María José Alemay coinciden en que la consecuencia de esto es el retraso del proceso, que si fuera bien se podría terminar en unos 40 días, pero que a veces se alarga hasta los 60 días. Torrijos recuerda que se trata de pacientes extremadamente frágiles, por lo que cree que sería necesario que todos los profesionales sanitarios conocieran los trámites para que las familias no tengan que esperar más de lo necesario. Pero desde la Conselleria de Sanitat rechazan que en la Comunitat Valenciana existan obstáculos para tramitar la eutanasia y destacan que nuestra autonomía es pionera en la aplicación de la ley, siendo el primer territorio de toda España que puso en marcha la comisión de garantías. Destacan además que existen cursos de formación sobre el proceso de eutanasia en los que han participado ya más de 1.200 profesionales. Sobre la falta de información de los médicos, aseguran que no es así ya que la eutanasia está dentro de la cartera de servicios, por lo que todos los profesionales del sistema público de salud deben conocerlo. Sostienen en que todos los datos sobre la materia los comunican al Ministerio de Sanidad, como obliga la ley, y en el caso de la Comisión de Garantías, defienden que los nombres no son públicos por privacidad. En la conselleria de Sanitat insisten en que todas las solicitudes de eutanasia de estos años se han atendido, y se siguen atendiendo, en tiempo y forma.

Falta de información o los "objetores de conveniencia": los problemas de la eutanasia en la Comunitat Valenciana

La asociación Derecho a Morir Dignamente pide más facilidades para el proceso, aunque Sanitat defiende que la Comunitat Valenciana "es pionera" en la aplicación de la ley

Adrián Sánchez