Anecoop teme que las pérdidas en el campo derivadas de la sequía pasen a ser "estructurales" y pongan en riesgo la subsistencia de los cultivos

València

La ausencia de lluvias está disparando las alarmas en un sector, el primario, que ya está sufriendo graves consecuencias en los campos de la Comunitat Valenciana. Unos terrenos que, con motivo de la sequía, han sufrido un impacto productivo y, sobre todo, económico.

La falta de agua ha provocado la pérdida de las cosechas o que se reduzca la producción de algunos alimentos, cuya escasez en la oferta ha incrementado, inevitablemente, los precios.

Una subida de precios que, al menos de momento, es puntual, pero que, si sigue sin llover en los próximos días, podría convertirse en estructural, lo que dificultaría la subsistencia de quienes viven de la agricultura.

Y a este aumento de los costes derivado del riego se suman las inversiones que los agricultores vienen haciendo en diversas infraestructuras con el objetivo de combatir, precisamente, largos períodos de sequía, que serán cada vez más habituales en el Mediterráneo.

Ángel del Pino es jefe de producción de la cooperativa Anecoop, la más grande de la Comunitat, y explica que las asociaciones de agricultores y la comunidad de regantes han de afrontar los sobrecostes de la electricidad: "Ese agua hay que moverla y eso requiere de energía, lo que incrementa los precios todavía más".

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La innovación: un halo de esperanza para el sector

Así que el sector concentra sus esperanzas en su capacidad innovadora y confía en la aplicación de las nuevas tecnologías para lograr el ahorro del agua y poner remedio a unas pérdidas que pueden llegar a ser realmente preocupantes.

"Nos apoyamos en el desarrollo de sensores para controlar el agua con la que regamos, en fotografías aéreas para controlar el estado de las plantas para saber los momento idóneos de riego e incluso somos rápidos en el campo de cultivos hacia los que se adapten más a la nueva climatología derivada del cambio climático", asegura.