Un justo agradecimiento a nuestros paisanos ilustres

Alicante

Nos cuesta elogiar a alguien en vida y muchos de los que se lo merecen, al morir, caen en el olvido. Será por envidia, por enemistades, porque nos cuesta ver alguna virtud en el rival y defectos entre los más cercanos o porque somos unos cainitas.

También es cierto que venimos de dónde venimos y ver alguna de esas llamativas placas en la plaza del pueblo pues no es lo que más nos llena de orgullo y satisfacción. Ya me entienden, a más de uno le han quitado la calle, Pero, bueno, esas son otras historias.

Me refiero a que está bien que en esta provincia al Hospital General ya le llamemos Doctor Balmis, al aeropuerto Miguel Hernández o que, en el futuro a la estación de trenes, cuando tengamos una decente, le pongamos el nombre de Eusebio Sempere.

También es una buena idea que el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, ponga a las salas del ADDA los nombres de destacados músicos alicantinos, como los de Oscar Esplá, Ruperto Chapí, José Tomás, Ana María Sánchez, Rodríguez Albert o Amando Blanquer. Un hecho con el que se hace realidad una idea que lanzó Antonio Sempere en estos micrófonos.

Así que vamos a ser más agradecidos con nuestros paisanos ilustres. Y con los no ilustres, también.