"Ciudades sólo para gente con recursos y turistas"

València

No sé si encaja bien el término, pero lo que está pasando en las grandes ciudades es una diáspora urbana. Me refiero a cómo las grandes ciudades están expulsando a la gente. Cada vez me encuentro más casos: personas que no puede hacer frente a los costes de la compra o alquiler de una vivienda, ni siquiera de una habitación, en ciudades como València o Alicante, y que optan por marcharse a pueblos de alrededor.

Lo cierto es que afecta a todo tipo de personas, pero este fenómeno se está cebando especialmente en los y las jóvenes. Con un problema añadido, cada vez se marchan más lejos, porque las clásicas ciudades de la periferia, como Torrent o Quart en València, ya sufren un alza enorme de precios. Lo que les obliga a instalarse en localidades que están, en muchos casos, a más de cincuenta kilómetros.

Y no en todas las soluciones se dispone de transporte público, que es grave. Hay ciudades que no tiene comunicación con València o Alicante con cercanías o metro, lo que obliga a usar el coche, con todo lo que ello implica, también de contaminación. Y en ocasiones con enormes retrasos. Esa es una de las causas que provoca que la V-30, por ejemplo, esté en horas puntas colapsada, y todos los días.

Otra derivada es que provoca enormes problemas de conciliación familiar. Porque tanta distancia y tiempo perdido dificulta poder organizarse la vida, especialmente si tienes hijos. No es un fenómeno solo valenciano, sucede en grandes capitales como Madrid o Barcelona desde hace años, pero en nuestro caso es bastante reciente la masificación de esa movilización al exterior.

La solución es muy compleja. Implica políticas de vivienda que se no adoptan con la suficiente valentía para intentar controlar los precios, al menos los del alquiler, con los que se está especulando. E implica también mejorar el transporte público, pero ya sabemos cómo está el servicio de cercanías de RENFE, que da para otro capítulo.

A este paso al ciudad será solo para gente con recursos y para turistas. Por ahí van las tendencias, como la gentrificación que está modificando la vida de los barrios de nuestras ciudades. De alguna manera es un precio excesivo para la modernidad que deseamos.