"Se entienden mejor entre ellos": Sindicatos acusan de racismo al Comité de Gestión de Cítricos por querer contratar a las cuadrillas por nacionalidades

Valencia

Los sindicatos convocantes de la huelga de collidors acusan a la patronal citrícola de racista y de intentar desregular todavía más un sector que si está como está en la Comunitat Valenciana es precisamente por su culpa. Así resumen desde UGT y CCOO la situación que los ha llevado a que los 60.000 collidors, en plena campaña, inicien una huelga indefinida.

Soledad Montaner, de CCOO, es contundente. Afirma que las comparaciones lanzadas desde el comité de gestión cuando se iniciaron las negociaciones con las condiciones laborales en Sudáfrica, por ejemplo, no auguraban nada bueno. Pero la cosa ha ido todavía a más cuando apuestan por un sistema de contratación que rompe con el habitual (individual y por antigüedad) por otro por collas alegando que como hablan su lengua se entienden mejor entre ellos.

Al respecto fuentes del Comité de Gestión de Cítricos, que no quieren valorar el enroque de los sindicatos, sí que han indicado a la SER que ofrecieron a los sindicatos que indicaran cómo debían organizar el nuevo sistema para poder llamar a las cuadrillas en conjunto y no a los trabajadores de forma individual y que lo proponen así porque los trabajadores se organizan entre ellos por nacionalidad.

UGT, por su parte, añade que la patronal ofrece una subida salarial insuficiente para el trabajo a destajo que es el mayoritario en la Comunitat Valenciana. Un 6% en cuatro años que está lejos de las aspiraciones sindicales y lejos también del 9% a cuatro años que ofrece la patronal para el trabajo por horas que solo alcanza al 10% de los collidors. Delia García lamenta, además, que el comité de gestión pretenda aliviar el problema del minifundismo quitándole dinero al obrero. Ese es un problema endémico del sector culpa de los propietarios, no de quienes les recogen la fruta.

Y añade que muchas de las empresas que trabajan aquí también trabajan en otras comunidades y otros países y acusa a las más grandes de no respetar el convenio e intentar dinamitar la negociación porque, aunque no aplican el convenio sí están en la mesa de negociación.