El TM Benidorm vuelve a la senda de la victoria con un sufridísimo triunfo ante el Guadalajara

Benidorm

Frío como el ambiente de un Palau d’Esports más vacío que nunca por la coincidencia del partido con los actos finales de las Festes Majors Patronals. Así saltó a la cancha un TM Benidorm al que el Cívitas Guadalajara supo llevar en todo momento al terreno que más le interesaba en unos primeros minutos en los que, si bien no se abrían diferencias notables en el marcador, la intensidad mostrada por los locales estaba a años luz de lo que proponía un cuadro alcarreño mucho más metido en lo que estaba en juego: dos puntos vitales para unos y otros.

Ni un cuarto de hora pasó hasta que Fernando Latorre, alarmado por la imagen que estaban dando los suyos sobre la cancha, solicitó su primer tiempo muerto. Imprecisión en los pases, espesura en las jugadas y, sobre todo, falta de puntería de cara a la puerta contraria habían hecho saltar las alarmas en el banquillo local al que únicamente el resultado de 8-9 daba algo de tranquilidad.

La arenga del ‘míster’ dio resultado y comenzaron entonces los mejores minutos del TM Benidorm hasta el momento que, aprovechando su primera superioridad tras la exclusión Marcos Dorado, le dio la vuelta al marcador y consiguió ponerse por delante sin abrir diferencias que dieran algo de aire a un partido trabadísimo y poco atractivo en general.

El espejismo duró poco. El Cívitas Guadalajara supo aguantar muy bien el momento y, aprovechando una exclusión de Ivan Nikcevic al borde del descanso, sacó el mejor provecho posible de dos fallos ofensivos del TM Benidorm cuando este jugaba sin portero para poner tierra de por medio y marcharse al vestuario con un 17-18 en el marcador que lo dejaba todo por decidir en la segunda mitad.

El inicio del segundo asalto fue, a grandes rasgos, un calco de lo acontecido en la primera mitad, con un conjunto local de nuevo muy fallón y un rival que no supo aprovechar al máximo esa circunstancia, aunque sí abrió un hueco de dos goles en apenas cinco minutos que no hacían presagiar nada bueno.

Llegó entonces el minuto 40, ese que en los últimos partidos ha supuesto una barrera insuperable para un conjunto benidormense asolado por las lesiones y la acumulación de partidos. El Cívitas Guadalajara, que veía cada vez más cerca su primera victoria en el Palau d’Esports, creyó entonces más en sí mismo que los de Benidorm, que necesitaban imprimir un poco más de velocidad al partido, pero que no encontraban la forma de hacerlo.

Construyó el conjunto alcarreño una ventaja de cuatro puntos (24-28) en el minuto 45 que podría parecer insalvable visto lo visto hasta el momento. El TM Benidorm estaba contra las cuerdas y necesitaba un ‘algo’ que lo sacase de esa comprometidísima situación y ese factor diferencial llegó, de nuevo, de la mano de Roberto Rodríguez, que detuvo un penalti que podría haber sido la puntilla para un equipo que, desde ese momento, despertó de un letargo eterno.

Fuera, en la lejana playa de Poniente, sonaban las explosiones del castillo de fuegos artificiales que señalaban el fin de las Festes Majors Patronals, pero dentro, en el Palau, la fiesta no había hecho más que comenzar.

Los de Latorre le dieron la vuelta al partido en menos de diez minutos y con un cuarto de hora mágico, remontaron un choque que durante tantísimo tiempo había parecido perdido para llevárselo, finalmente, con un ajustado 32-30 que no sólo les da dos puntos cruciales, sino que trae algo de confianza tras una racha excesivamente cruel.