Arranca la planta de transferencia de Dolores como primer paso para solucionar la gestión de residuos en la provincia

Alicante

Un año después de su construcción, este miércoles se ha puesto en marcha en período de pruebas la planta de transferencia de Dolores, con el objetivo de minimizar los costes entre los ayuntamientos de la Vega Baja, que a día de hoy siguen teniendo que trasladar sus basuras a las plantas de Elx, Alicante, Xixona y Piedra Negra, pero desde ahora con una reducción del 60% de emisiones asociadas al transporte.

Esta planta, la primera de transferencia autorizada en la Vega Baja, está financiada entre el Consorcio Vega Baja Sostenible y la Generalitat Valenciana y recibirá los residuos de los 27 municipios de la Vega Baja, donde se compactarán para su posterior traslado a las plantas de tratamiento. De momento, acogerá la basura de Orihuela y Dolores, y de manera gradual, todos los residuos de la comarca, a través de la UTE Vega Baja, con prioridad a los municipios que trasladan sus desechos a Xixona.

Serán entre 125.000 y 150.000 toneladas de residuos sólidos urbanos, voluminosos, fracción orgánica de los residuos municipales, restos de podas y algas. La gran ventaja es esa reducción en costes de traslado, explica el alcalde de Dolores y presidente del Consorcio, y ahorrarse las colas de hasta cuatro horas diarias que se llegan a producir hasta las plantas de Villena o de Piedra Negra en Xixona, desde un municipio como Dolores.

Eso sí, la solución definitiva aún tardará en llegar. Y la Conselleria, explica Hernández, seguirá teniendo que buscar fuera de la provincia e incluso de la Comunidad puntos donde verter los residuos, sobre todo con la afluencia de turistas de estos meses.

La idea es ahora trabajar por una tasa consorciada y mientras tanto desarrollar acciones como los ecoparques móviles.

Ecologistas en Acción critica el "fracaso estrepitoso" de la Generalitat con los residuos

Para Ecologistas en Acción la reducción del impacto ambiental que supone esta planta de transferencia es relativa, ya que aunque se reducen las emisiones al eliminarse recorridos con el transporte, por otro lado los residuos llegan mucho más compactados, con lo que su separación y reciclaje se hacen más difíciles.

Precisamente, esta organización ha calificado hoy de "fracaso estrepitoso" la política de la Generalitat del vertido de los residuos.

Critican que la Conselleria de Transición Ecológica se dedique a tramitar nuevos permisos para construir nuevos vertederos o ampliar los existentes, en lugar de aplicar políticas activas que responsabilicen a la ciudadanía.

Citan como ejemplo en la provincia de Alicante, la tramitación de ampliación de los vertederos de Les Canyades en El Campello, próximo a colmatarse, y del de Fontcalent en Alicante, junto a uno nuevo en Monóvar, tras la colmatación del ubicado en Villena en 2018, para lo que se está realizando un estudio hidrogeológico.

Además, en Monóvar se está realizando un estudio hidrogeológico dentro de un Plan Especial para ubicar dos nuevos vertederos de residuos industriales en la partida de La Solana, con una superficie de 18,7 hectáreas para residuos no peligrosos y 3,1 para peligrosos.

En una tramitación más avanzada se encuentra la ampliación del vertedero de Xixona con dos nuevas celdas de una capacidad de 2,3 millones de m³ y una superficie de 15 hectáreas, que duplicaría la capacidad del vertedero actualmente existente prácticamente colmatado.

Los vertederos "deberían ser la última opción en la jerarquía" de eliminar residuos, dice Carlos Arribas, portavoz del grupo conservacionista en Alicante, que insiste en que la solución pasa por sistemas de recogida eficientes, como el puerta a puerta o -aunque sea impopular- tasas de pago para quien más residuos genere.

Ecologistas en Acción recuerda que los últimos datos oficiales publicados, de 2019, del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, mostraron que el vertido en la decena de vertederos de la Comunitat Valenciana alcanzó solo el 50 % del total generado (1,23 millones de toneladas frente a 2,46 millones de toneladas).