La bailaora Rafaela Carrasco aboga por que todas las ciudades tengan compañías de danza y de flamenco resientes

Fuenlabrada

“El Premio Princesa de Asturias de las Artes concedido a María Pagés y Carmen Linares nos da visibilidad a todos lo flamencos y a este arte” dice la bailaora Rafaela Carrasco, uno de los nombres más prestigiosos y de calidad en el mundo del baile flamenco de nuestro país. La artista se lamenta del desconocimiento de este arte y de la profesión que, a pesar de ser muy nuestra, tiene el ciudadano de a pie.

Artistas que llenan teatros y son unos auténticos ídolos a nivel internacional y aquí no son los suficientemente reconocidos, recuerda Manuel Valenzuela, uno de los miembros de la asociación El Planeta, colaboradora en la organización de las Jornadas Flamencas que pone en marcha el Ayuntamiento de Fuenlabrada. “No se nos pone en valor”, dice la artista, y apuesta por varias líneas de actuación para dar a conocer este arte. Entre ellas, destaca la educación desde pequeños en “cultura, teatro, danza y flamenco”, además de aprovechar las infraestructuras de teatro de las ciudades, “la mayoría sin actividad gran parte del tiempo”, para convertirlas en sedes de compañías residentes. En este sentido cree que “todas las ciudades tendrían que tener compañía de danza, de flamenco, residentes”, algo parecido a lo que ya ocurre en una ciudad como Fuenlabrada donde la compañía de María Pagés se ha asentado con una sede permanente, abierta a otras compañías para la preparación de sus espectáculos. Carrasco también habla de la necesidad de hacer programaciones nacionales para que la danza y el flamenco tengan más presencia y no se repartan “las migajas”.

Tener compañía propia y sus problemas

Rafaela Carrasco, coreógrafa y bailaora, es una destacada figura del flamenco que desde 2002 tiene su propia compañía, ha sido directora del Ballet Flamenco de Andalucía desde 2013 a 2016, tiene a sus espaldas numerosos premios y este domingo actuará en Fuenlabrada con su espectáculo ‘Nocturna, arquitectura del insomnio’, dentro de las XXXVIII Flamencas de Fuenlabrada.

Su espectáculo habla, según ha contado en SER Madrid Sur, de un “viaje de una noche de insomnio, en la que se pasa por diferentes momentos” y todo lo representa a través de su baile y de una coreografía con la que crea “un mundo onírico muy hermoso”. Sobre el escenario 10 mujeres, “me apetecía bailar con un cuerpo de baile con mucha gente sobre el escenario”, dice, pero sin música en directo. Y aquí, entre otras cosas, entra en juego la cuestión económica para una compañía privada como la suya. Había que elegir entre “llevar una cosa u otra”, nos dice, y este proyecto le permitía tomarse esta licencia. Un espectáculo completado con la voz en off de Aitana Sánchez-Gijón y los textos de Álvaro Tato. “Estoy muy, muy bien arropada”.