Los sindicatos rechazan el quinto plan de Ayuso para las urgencias de Atención Primaria y mantienen la huelga indefinida

Madrid

Cinco planes en cinco meses, una convocatoria de huelga y la movilización de una ciudadanía hastiada de encontrarse cada vez con más obstáculos para acceder a la asistencia sanitaria pública. Es el balance que deja, de momento, el intento de reapertura de los antiguos Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) en la Comunidad de Madrid y que este viernes ha vivido un nuevo capítulo en forma de reunión de mesa sectorial. Un encuentro que el consejero, Enrique Ruiz Escudero, ha calificado como "constructivo", pero en el que el sindicato mayoritario entre los médicos madrileños, AMYTS, ha pedido formalmente su dimisión "para que conste en acta", recalca su secretaria general, Ángela Hernández.

Estas dos visiones dispares definen a la perfección el punto en el que se encuentran las relaciones laborales en el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), con cada vez menos puntos de encuentro. En la convocatoria de hoy, a la que ha asistido personalmente el consejero -no es lo habitual-, la Consejería de Sanidad ha trasladado un nuevo modelo de reapertura de las urgencias extrahospitalarias, a medio camino entre los planes que tenía inicialmente -antes de que Ayuso los rectificara públicamente- y el "modelo transitorio" que se está aplicando ya y que contempla la apertura de centros sin equipo médico y apoyo facultativo en remoto, a través de la teleconsulta.

El plan recoge la reapertura de 49 centros con equipo sanitario completo -médico, enfermera y celador- y una treintena más sin atención presencial de un facultativo. La Comunidad de Madrid aumentaría así en cinco los consultorios que tendrían asistencia médica 'in situ' y asume que no puede reabrir todos los centros para atender urgencias propiamente dichas, ya que una parte de los centros sin facultativo se reservarían para proporcionar cuidados de enfermería durante los fines de semana, como contemplaba el plan que elaboró en junio el entonces director general de Asistencia Sanitaria, ya dimitido, Jesús Vázquez.

"No es un nuevo plan", ha negado el propio Ruiz Escudero. Insiste el consejero en que la hoja de ruta sigue pasando por reabrir los 80 centros con equipos completos, así que prefiere hablar de "ajustes asistenciales", como consecuencia del "análisis permanente del comportamiento del modelo". Esas explicaciones no convencen a las organizaciones sindicales, que creen que quiere "incumplir los compromisos adquiridos", apunta Mariano Martín-Maestro desde Comisiones Obreras. Se refiere al acuerdo de la mesa sectorial al que llegaron con la Consejería y, según el cual, ningún centro abriría sin la dotación íntegra de personal", pero que el Gobierno regional ha vadeado con el recurso de la teleconsulta.

Un sistema que no convence tampoco al sindicato de enfermería SATSE, que pide "unos protocolos de actuación que avalen la actividad de esas enfermeras -las que atienden urgencias sin la presencia física de un médico-", señala Juan Antonio Hervás, su portavoz en Madrid. Este colectivo pide sobre todo seguridad jurídica para esas profesionales, garantías que para Hervás no contiene el esquema planteado hoy por la Consejería de Sanidad. "No podemos permitir que se abran esos centros así", zanja.

Las organizaciones sindicales, que aún no tienen en su poder los detalles de esta última propuesta, pueden presentar ahora alegaciones, aunque las posturas siguen muy alejadas. La distancia es enorme sobre todo con el colectivo de médicos, ahora en huelga en los servicios de urgencia extrahospitalarios, y que a partir del 21 de noviembre van a extender a toda la Atención Primaria. "Nos ha parecido una chapuza", resume desde AMYTS Ángela Hernández, que cree que una propuesta como esta podría haber tenido sentido hace muchos meses. "A estas alturas -añade- nos parece una afrenta a los profesionales".