Paseo del Prado de Madrid: orígenes y reformas

Madrid

Hace un par de temporadas hablamos en nuestra sección de Historia de Madrid en Hoy por Hoy del palacio Xifré, una joya neomudéjar hoy desaparecida que se encontraba cerca de lo que hoy es el Ministerio de Sanidad. En aquella ocasión me escribió al correo Manuel Granado, oyente del programa, quien buscaba más información sobre este palacio tan misterioso para un libro que estaba realizando sobre el Paseo del Prado. Ese proyecto se ha convertido hoy en realidad y por eso presentamos El Salón del Prado (Ediciones la Librería 2022).

El paseo más hermoso

Ya en el siglo XVI Pedro de la Mina, en su Libro de las grandezas y cosas memorables de España, nos decía: “llaman a estas alamedas el prado de San Hierónimo, en donde de invierno al sur y de verano a gozar de la frescura, es cosa de muy de ver y de mucha recreación la multitud de gente que sale, de bizarrísimas damas, de bien dispuestos caballeros, y de muchos señores y señoras principales, en coches y carrozas. Aquí se goza de gran deleite y gusto de la frescura y viento en todas las tardes y noches del Estío y de muchas buenas músicas, sin daños ni perjuicios, ni deshonestidades...”.

Lo de las deshonestidades no me lo creo, sinceramente. Pero nos da una idea de la imagen que se tenía de este lugar tan sensacional a mediados del siglo XVI. El paso del tiempo hizo que el paseo necesitara de una reforma. Ya en el reinado de Carlos III, el mejor alcalde de Madrid, el paseo se convirtió en el Salón del Prado. Fue entonces cuando se colocaron los dos grandes ejes que iban desde lo que hoy es la plaza de Carlos V, la estación de Atocha, hasta la estatua de Neptuno y desde este punto hasta Cibeles. La estética ha cambiado mucho en este tiempo y eso es lo que queremos recoger en esta charla con Manuel Granado.