Sociedad

"¿Tú quieres ser un niño?": la pregunta que cambió la vida de Álex, un niño trans de 13 años

"Llegué a clase, entré y dije, ahora me llamo Álex y soy un niño. Fue súper normal, porque ya me veían así, no les sorprendió"

Reportaje EP27 | Familias con hijos trans

Reportaje EP27 | Familias con hijos trans

07:33

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1656668260728/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Madrid

Soy Álex, tengo 13 años y soy un chico trans". Apenas tenía 9 años cuando se presentó en su clase de cuarto de primaria como la persona que es: un niño. Vivía con su hermano y sus padres en Barcelona, había nacido con genitales femeninos, estudiaba en un colegio religioso y siempre se había mostrado como un niño, aunque hasta entonces se empeñaran en que llevara el pelo largo y se pusiera falda.

Más información

"Llegué a clase, entré y dije, ahora me llamo Álex y soy un niño. Fue súper normal, porque ya me veían así, no les sorprendió".

Pero es cambio había empezado muchos años antes, cuando ni él, ni sus padres, Cristina y Claudio, tenían claro qué estaba pasando. Solo sabían que las piezas no encajaban. Recuerdan que fue una profesora del colegio religioso en el que estudiaba el que les marcó el camino. Álex tenía cuatro años cuando en una tutoría les dijo: "vuestra hija tiene un comportamiento y unos roles de género que corresponden totalmente a un chico".

"Eso era algo natural en él, no es que hubiera sido otra persona, sino que le tratábamos de una forma que no se sentía identificado" explica Claudio.

A partir de esa conversación, todo empezó a encajar. Empezaban a interpretar esas esas señales que hasta entonces no habían sabido identificar porque "nunca se plantó y dijo quiero ser un niño, pero sí decía que quería un pene como su hermano. Cristina, su madre, recuerda con claridad cuando con cinco años delante de un espejo le preguntó "¿tú crees que cuando sea mayor me podré quitar los pechos?"

Preguntas que no tenían una respuesta fácil pero que buscaron en médicos especialistas en género. "Ese día nos abrieron los ojos", recuerdan, "porque era posible que nos hubiéramos confundido nosotros, que hasta entonces hubiéramos convirtiendo a nuestro hijo en una persona que no era".

Recuerdan las peleas porque se pusiera vestidos, se dejara el pelo largo, o jugara a algo más que fútbol. Algo que podrían parecer estereotipos, pero que en su caso eran señales. Cuando preguntas cómo se recuerda de pequeño, su respuesta es inmediata, "jugando al futbol con mis amigos y con mi padre". "Yo recuerdo a mi hijo en aquel tiempo como una niña, porque no la supimos leer, que fue disfrazada, hasta que empezó a ser quien realmente quiso ser"

"¿Tú quieres ser un niño?"

Un corte de pelo y sacar del armario esa ropa de niña que seguía arrinconada, fue el punto de partida para convertir a esa niña huidiza y siempre enfadada, en un niño que desprende seguridad y luz. La misma que se ve en su cara cuando recuerda esa tarde en la que con 9 años sus padres le preguntaron: "¿Tú quieres ser un niño?".

El sí fue inmediato. Su madre recuerda que después de los saltos de alegría y los abrazos, "nos dijo del tirón, quiero que me tiréis toda la ropa de niña, quiero llamarme Álex, y quiero ir al ayuntamiento a cambiarme de nombre". Álex repite al mismo tiempo, como si fuera una doble voz, esas mismas palabras de su madre, pero añade, "también dije: 'quiero cortarme el pelo"

Con sus amigos y su entorno fue fácil, porque era algo natural. "En el colegio", recuerda, "mis amigos ya me trataban antes como un chico, porque me veían así". Pero no todos "Algunas veces me han dicho cosas para molestarme, pero no me importa, porque lo importante es como me siento yo y me tienen que aceptar". Al menos respetar, remarca Cristina.

Una madre "más bien chapada a la antigua"

El camino no ha sido fácil. Cristina cuenta que ella también ha tenido que cambiar la mentalidad de una familia "completamente normal" y en su caso "más bien chapada a la antigua". "Claro que fue duro, porque tienes que aprender a cambiar el chip y he tenido que aprender a deconstruirme por amor a tu hijo que es por quien lo darías todo".

Es el mismo argumento es el que repiten las familias que llevan años defendiendo los derechos de sus hijos, muchas de ellas agrupadas en la asociación Chrysallis. "Decides muchas cosas, decides tu trabajo, qué estudias o qué ropa ponerte. Pero no recuerdo el momento en el que decidiera ser mujer, o ser hombre". "Con la de escalones que hay que subir y las trabas que hay que sortear, quién quiere ver sufrir a sus hijos".

"Sus cuerpos son preciosos, no tienen que hacerse nada"

El Proyecto de Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y LGTBI, aprobado por el Consejo de Ministros elimina la hormonación como paso previo para la autodeterminación de género, algo que no entendían fuera necesario.

Hay un salto importante en el tiempo y en la forma de vivir la transexualidad. "Nuestros hijos no están en un cuerpo equivocado, no tienen por qué hacerse nada y tienen que querer sus cuerpo porque son preciosos y funcionales". " Hay gente trans que no se siente a gusto con su cuerpo, pero otros sí".

Y para los que preguntan si se pueden arrepentir, la respuesta es fácil: ¿tú te arrepientes de ser la mujer o el hombre que eres?

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00