Ni trabajar por la comida, ni cuento de la criada
La Firma de Javier Gómez Caloca
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"Ni trabajar por la comida, ni cuento de la criada", la Firma de Javier Gómez Caloca
Palencia
La extrema derecha que, por gracia del PP y de Fernández Mañueco, gobierna en la Junta, lleva días echando la culpa a los desempleados de que las empresas no encuentren a los trabajadores que necesitan. Ayer Veganzones, el impresentable e inútil Consejero que casi cierra SIRO, insistió en culpabilizar a los parados. ¿Cómo es posible que haya 9.000 puestos de trabajo vacantes, que las empresas no logran cubrir a pesar de las más de cien mil personas en paro que hay en la Comunidad?, vomitó.
Pues lo es y poca o ninguna culpa tienen los desempleados a los que, por otra parte, la Constitución, de la que a la extrema derecha sólo les gusta la bandera, el castellano, que no el español, y poco más, en su art. 41, mandata a los poderes públicos a garantizar la asistencia y prestaciones sociales suficientes, específicamente en caso de desempleo.
Las vacantes no cubiertas no llegan al 1% de los trabajadores por cuenta ajena, lo que dice mucho de la escasísima importancia del problema, más allá del uso demagógico que se hace.
Nadie que cobre menos de prestación, o los 480 € de subsidio o de renta activa de inserción, que lo que supone el SMI (1.080€), se queda sentado en el sofá como dice el Consejero y menos si le quitan la prestación por no aceptar el empleo ofertado, como sucede. ¿Cómo explica, con este miserable y mendaz argumento económico, que los 67.000 parados de Castilla y León que no cobran nada tampoco cubran esas 9.000 vacantes ofertadas por las empresas?
La realidad es que hay más trabajadores que nunca y la mitad de parados que en 2015. Además de la fuerte recuperación del mercado laboral, lo que está agravando la escasez de mano de obra es una demografía que va a ir a peor. Sobre todo en Castilla y León. Como no tenemos reemplazo demográfico tampoco reemplazo laboral. De cada 100 personas que sobrepasen la edad de 65 años en los próximos diez años, sólo hay 55 para sustituirlas. A veinte años vista, sólo 42.
La mayor empresa agroalimentaria de la provincia anunciaba hace unos meses que en los próximos ocho años se le jubilan más de 400 trabajadores.
A este drama demográfico hay que añadir, en no pocos casos, las malas condiciones laborales de los puestos que se ofertan, además de la poca adecuación entre la formación de los desempleados y lo que necesitan las empresas en la era de la automatización.
El reemplazo laboral en los próximos años en esta Comunidad, en esta provincia, sólo vendrá de los inmigrantes, aunque le repugne a la extrema derecha. Ni políticas natalistas propias de la serie 'El cuento de la criada' que nos llenarían de jovencitos trabajadores dentro de 18 años, salvo que quieran restaurar el trabajo infantil, ni la vuelta a las plazas a la espera de la furgoneta del señorito de chaleco verde, van a volver… salvo que el PP, si tiene ocasión, les entrega sillones en el Gobierno de España.