Esperando a Luis Mariano

León

Con la inestimable colaboración de la alcaldía de la capital leonesa, que ha gastado parte de sus energías en agitar la bandera regionalista, la UPL ha cosechado un enorme crecimiento electoral en las elecciones del pasado domingo. Es de perogrulo entre votantes, “de votar León, voto a UPL”.

No es la primera vez que desde el ayuntamiento de la capital se ayuda a nutrir de votos al partido de siglas leonesistas, que a lo largo de los años se llamado de diversas formas. Recordemos épocas pasadas con Juan Morano o José María de Francisco.

Respecto a las elecciones de 2019, el partido de Luis Mariano Santos casi ha duplicado sus resultados en la capital, las pobladas localidades del alfoz y en una parte de los municipios de la montaña oriental leonesa. En cuatro años, su poder de decisión alcanza hasta el color del próximo gobierno de la diputación provincial.

La comparativa, municipales 2019-2023, no deja tan bien parado al alcalde José Antonio Díez. Con el favor de tener enfrente a la peor candidatura del PP en toda la etapa democrática, Díez, que ha obtenido un concejal más, no sólo no ha crecido en apoyos sino que ha perdido un centenar de votos.

Como dice un viejo refrán, una cosa es predicar y otra dar trigo. Pues en este terreno, en el de la gestión política que supondrá elegir pactos y en la gestión de los presupuestos de las instituciones que vayan a gobernar, en estos dos territorios tendrán que torear los dirigentes leonesistas.

Bajo el paraguas de banderas y proclamas la UPL ha llegado una vez más a la zona caliente del compromiso político que conlleva tener un programa de gestión y saberlo llevar a cabo con eficacia.

El primero de los gestos con el que se pintará la cara Luis Mariano es en que compañía inician este nuevo viaje que incluye prioridades políticas, poder, dinero y despachos.