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Cáritas recogió en Burgos casi 800 toneladas de ropa usada en 2022 con solo un 7% reutilizable

El proyecto de ropa usada de Cáritas cambia de marca e imagen tras diez años creciendo y se incorpora a la cooperativa estatal Moda re-

La Escuela Superior de Arte y Diseño de Burgos (ESAD) intervendrá varios contenedores para transformarlos y adecuarlos a la nueva imagen. / Cáritas Burgos

Burgos

El proyecto de textil usado de Cáritas Burgos ha cambiado de marca y de imagen y, después de diez años de crecimiento, Arropa se llama ahora Moda re- y sus tiendas y contenedores tienen una imagen más actual.

Raquel Saiz, gerente de esta iniciativa, ha insistido en rueda de prensa en el crecimiento que han registrado en esta década, aunque con una bajada en los últimos tiempos que relaciona con la aparición de aplicaciones que facilitan la comercialización de ropa usada.

Han pasado de cinco contenedores de recogida a 89, han duplicado el número de tiendas y ahora cuentan con cuatro, y han pasado de recoger cien toneladas el primer año a ochocientas.

Saiz asegura que la diferencia de este proyecto respecto a otros de ropa usada la marca su carácter social. Por una parte, por la entrega social de ropa a personas que lo necesitan; por otra por otras entregas a personas vulnerables, por ejemplo, en la cárcel o los hospitales; y en una tercera vía porque es una fórmula para facilitar el empleo de inserción.

Empezaron con cinco trabajadores y el último año contaron con 27, el 66% de ellos ocupados por personas en riesgo de exclusión. Además, estos empleos van acompañados por itinerarios que facilitan la inserción laboral normalizada del 70% de quienes trabajan en esta iniciativa.

Moda re- tiene entre sus objetivos el cuidado del medio ambiente, al reducir los deshechos de ropa.

Su gerente apunta que lo deseable es que ni siquiera llegara a los contenedores por un mejor aprovechamiento. Sin embargo, la tendencia parece la contraria porque cada vez se puede recuperar menos ropa de la que llega a los contenedores “seguramente por la baja calidad de los tejidos debido a que se consume ropa de temporada que después se tira”.

Raquel Saiz reconoce que no tienen capacidad para la gestión de las 800 toneladas de ropa que recogen anualmente.

La respuesta ha llegado de la mano de una cooperativa en la que la empresa de Burgos y Cáritas están ya plenamente integradas, mientras se siguen sumando otras del resto de España.

Entre los objetivos para este año están el incremento de los contenedores para la recepción de ropa usada en un 15%, la apertura de una tienda más y la reubicación de alguna de las cuatro tiendas con las que cuentan actualmente: Dos en Burgos, una en Miranda y otra en Aranda.

Además, de la mano de la Escuela Superior de Arte y Diseño de Burgos, están transformando varios contenedores y adecuándolos a su nueva imagen.

 
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