Los ajos multiplican un 800% su precio entre el campo y el 'super'

Valladolid

¿Quién se queda con el margen? Es la primera pregunta que surge tras repasar el informe del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) de los alimentos más consumidos que acaba de difundir la organización agraria COAG. Y la respuesta sigue sin estar clara del todo, aunque se puede intuir si repasamos algunos de los números de una tabla que contiene datos muy llamativos sobre las extremas diferencias entre las cantidades percibidas por los productores y las que pagamos los consumidores en los lineales.

El más llamativo, sin duda, es de los ajos. Los agricultores ingresan 61 céntimos de euro por kilo, pero llegan a costar casi seis euros una vez que superan toda la cadena de la distribución lo que supone una diferencia porcentual del 877 por ciento. Los limones, pagados a 33 céntimos el kilogramo en el campo cuestan luego algo más de 2,30 euros, o lo que es lo mismo, un incremento del 615 por ciento. El bronce de este podio del exceso es para las aceitunas de mesa. Sus cultivadores ingresan 91 céntimos de euro por kilo vendido. Cuando esas olivas son colocadas en botes y colocadas en las estanterías, su precio se ha multiplicado un 518 por ciento. Acelgas, manzanas y naranja registran diferencias del 400 por ciento entre las parcelas y las fruterías. Esto hace que, el IPOD de la agricultura se sitúe de media en el 3,87. Es decir que, en líneas generales se paga cuatro veces para que estos alimentos lleguen a la cesta de la compra que lo cobrado por quienes los trabajan en el campo.

En cuanto a productos más ligados a esta tierra, como la patata, que tiene en Valladolid a una de sus principales productoras en la comunidad autónoma, los 35 céntimos de euros percibidos por los profesionales se transforman -con un 360 por ciento de margen mediante- en 1,61 euros para el consumidor.

Diferencias menores en la ganadería

En cuanto a la actividad ganadera, los números son también rotundos, aunque con diferencias menos escandalosas. Aún así destaca el 300 por ciento de diferencia en el kilogramo de carne de cordero, pagada a 4 euros en la lonja y a más de 16 cuando la vemos en el mostrador o en las bandejas envasadas que luego colocamos en nuestras neveras. Por encima del 200 por ciento la ternera de 1ª, el cerdo o el conejo. Para ellos, el IPOD se sitúa en el 2,87. Así que el precio entre origen y destino, en estos casos, y siempre según los datos recabados por COAG, se triplica.

Ampliar

En líneas generales, este indicador, a pesar de las rebajas del IVA que afectan a una gran parte de los alimentos incluidos en la tabla, nos deja un dato revelador: el IPOD triplica ampliamente lo que los productores cobran y lo que se paga después. En cualquier caso, desde noviembre del año pasado se aprecia un descenso evidente porque a finales del año pasado esta diferencia era de 4,5 puntos. La tendencia anual también es descendente pero sigue siendo insuficiente para evitar que la cesta de la compra más básica constituya un auténtico quebradero de cabeza para miles de hogares.

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