"Se presume de ciudad, pero hay una administración de pueblo"

Aranda de Duero

Hace unas jornadas, en una reunión, un alto cargo del consistorio a nivel técnico decía en una reunión de trabajadores municipales que no acompasaba el ritmo de la administración con el de la ciudad; algo así como que presumimos de ser una ciudad, y tenemos "una administración de pueblo". Esto es una buena noticia por la existencia de autocrítica en el consistorio, pero mala por lo que radica e implica. Este lunes lo hemos debatido en nuestra tertulia de lunes con Evaristo Arzalluz y Enrique García.

"Hay falta de ilusión y de motivación en el equipo técnico, porque no acoge con ilusión y entusiasmo los ritmos de la nueva economía. Hay una parte personal, pero también el sentimiento de apoyo al proyecto de un líder. Eso también lleva a querer hacer mejor tu trabajo", explica García, secundado por Arzalluz, que lo lleva a su terreno reivindicando la importancia del futuro hospital de Aranda, ya que hoy se ha aprobado su licitación. "Los médicos del hospital vibran con un proyecto común, pero algo les une que es la ilusión, dotar a Aranda de un hospital nuevo que va a ser un paso claro. Pero siendo verdad lo del liderazgo, un Ayuntamiento lo que tiene que hacer es no estorbar, la iniciativa es privada, de las personas, las entidades. Y lo que tiene que hacer es dar cauce ágil a las iniciativas. En este caso concreto, Naturgy e Iberdrola tienen el proyecto para desviar las conducciones de gas y electricidad, solo falta un trámite del Ayuntamiento, pero podría ser que las obras se retrasaran por eso. Y esto no puede ser. No hay que inventar nada ni romperse la cabeza, solo hacer su trabajo. No estorbar y tramitar las cosas con agilidad", dice.

Estímulos y reacción

¿Qué formulas de reacción se puede tener para cambiar el curso de los hechos? "El Ayuntamiento de Madrid sabe qué hacer con alguien que funciona y con el que no, por decir alguno que tenga el mismo color que aquí. Y el Ayuntamiento es una gran empresa en Aranda, y necesita a un CEO que sepa cuidar, exigir y reconocer a sus trabajadores. Esto es un déficit de liderazgo político que hago extensivo a toda la corporación municipal. Ante el talento o proyecto no hay color que valga, si un proyecto viene no hay más que debatir. Hay que estar unidos ante el crecimiento, ¿tan difícil es que pese a las diferencias que haya se busque el crecimiento común?", dice Enrique. "Lo más difícil es desarrollar algo lo suficiente revolucionador para que se revolucione la administración público; o generamos un mecanismo que objetive el talento dentro, o bajarse los pantalones como ha hecho el Gobierno y poner todo mucho más fácil".

"En el 90 en vez de hacer un hospital nuevo, se decidió ampliar y reformar el que teníamos. Aquí hay para todos. Lo que dice Enrique es cierto, un dirigente bueno, un líder auténtico, se caracteriza porque no le importe rodearse de gente mejor que él, que su equipo le haga sombra. Cuando un líder es un líder sabe que él no sabe de todo ni tiene que saber de todo, le eligen por ser un líder, y no tiene que hacer gran cosa, solo sembrar ilusión y encauzar a las personas que son más valiosas para que saquen adelante los proyectos. Eso no se aprende, se lleva en el ADN. Y hay mucha diferencia entre un verdadero líder que sabe quedarse en un segundo plano, y un líder malo que es el que siempre quiere salir en la foto y quedar por delante", responde por su parte Evaristo.

La tertulia al completo puede reproducirse en el audio superior.