Fray Luis de León: historia de un retraso de 4 meses

Valladolid

Desde el 3 de octubre la calle Fray Luis de León permanece cortada al tráfico a causa las tareas de renovación de las redes subterráneas de abastecimiento y saneamiento. En principio estas tareas tenían previsto finalizar el 30 de noviembre pero la antigüedad de las canalizaciones ha generado problemas inesperados y esta fecha se ha retrasado.

Actualmente, falta el aglomerado, paso fundamental para poder reabrir la calle, pero las bajas temperaturas impiden poder realizarlo ya que, como ha explicado María Sánchez, concejala de Desarrollo Sostenible, a la Cadena SER, " el aglomerado es como una especie de plastilina que cuando se opera con ella tiene que estar caliente, al ponerlo en un suelo helado, esto hace que pueda fraguar mal y quedar mal, por eso se está produciendo este retraso".

La próxima fecha en la que se prevé que las temperaturas permitirán continuar con los trabajos es el 6 de febrero.

Los comercios de la zona se muestran preocupados y aseguran que las perdidas económicas han ido desde el 30% hasta más del 50. Días donde la caja se cierra sin ingresos, posibles clientes que no puede pasear por los escaparates, la principal invitación a la compra de muchos negocios, se han convertido en una constante desde hace 4 meses. Algunos incluso, no pueden evitar pensar en cierre

"Nos aparcaban los camiones y las maquinas en la puerta, no podía pasar la gente, tenía motos en la tienda y no sabía cómo podría sacarlas o venderlas, esta siendo como para hundirte"

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Otro de los negocios afectados es un centro óptico-social, donde sus clientes habituales suelen ser personas mayores, con problemas de movilidad, que han visto como desplazarse hasta el lugar se volvía imposible. Explicaban que los clientes se quejaban de que antes solían contar con la ayuda de algún familiar o conocido para que los acercara al establecimiento en coche, pero que al no poder hacerlo se sentían desatendidos.

También este negocio destacaba otro de los problemas derivados a raíz de esta intervención, el ruido, un problema que puede parecer una sencilla molestia, habitual en este tipo de trabajos, a ellos les ha supuesto anular o reasignar citas, ya que en el centro también realizan audiometrías y no podían realizarse en esas circunstancias.

Los comercios que menos han sentido el impacto de estas obras son aquellos que se encuentran en los extremos, a los cuales los clientes pueden acceder más fácilmente, y los destinados a servicios básicos, como una gestoría.

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