Hortigüela sigue la senda de Atapuerca en la evolución humana

Burgos

El yacimiento de Valparaíso en la localidad burgalesa de Hortigüela se presenta como el complemento más cercano de Atapuerca en el estudio de la evolución humana, tras el hallazgo de numerosas herramientas con una antigüedad aproximada de 300.000 años.

El co-director de Atapuerca, Eudald Carbonell, ha destacado la importancia de La Revilleja de Valparaíso como continuidad de los yacimientos Patrimonio de la Humanidad, por su cercanía, a 30 kilómetros en línea recta, que les hace compartir los cursos fluviales del Arlanza y el Arlanzón, donde habrían habitado probablemente similares pobladores, y porque en Valparaíso se han hallado más bifaces en un año que en 43 campañas en Atapuerca.

Se ha erigido una escultura de una mano con un bifaz, realizada por José Luis Blanco García, para bautizar este yacimiento como un hito relevante entre los sitios arqueológicos de la provincia de Burgos.

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Carbonell anuncia que en el estudio de las herramientas halladas en el yacimiento de Hortigüela, se utilizarán por primera vez en el proyecto Atapuerca, elementos de Inteligencia Artificial, que darán lugar a publicaciones científicas y se abre un camino para nuevos trabajos de investigación, para el equipo de expertos multidisciplinar que ha trabajado en Valparaíso.

El alcalde de Hortigüela, Juan Martín Marcos, espera que este yacimiento añada atractivos a la comarca y el nombre del pueblo se haga famoso, como ya lo es Atapuerca. La prospección ha sido financiada por la Diputación provincial, con 13.500 euros, más 9.00 aportados por el municipios, a lo que hay que añadir las colaboraciones de la Universidad de Burgos, la Fundación Atapuerca y la Junta de Castilla y León.

La Revilleja de Valparaíso es un yacimiento al aire libre que se ha excavado durante dos campañas en los años 2021 y 2022. Las intervenciones arqueológicas han permitido recuperar cerca de trescientas herramientas de piedra entre las que destaca una importante presencia de bifaces, hendedores, picos y lascas de gran formato. Los bifaces, denominados así porque están tallados por sus dos caras, son las piezas más características del modo Tecnológico II o achelense.

En Europa esta tecnología la comenzaron a desarrollar los preneandertales hace medio millón de años y está bien documentada en los yacimientos de Galería y Gran Dolina en la Sierra de Atapuerca.

Ambos yacimientos se encuentran a tan sólo 32 km de distancia en línea recta, por lo que el estudio de la colección de herramientas de La Reivilleja de Valparaíso va a permitir conocer la relación tecnológica entre los grupos cazadores y recolectores que ocuparon la sierra de Atapuerca y los que se desplazaron por la cuenca media y alta del río Arlanza.