Tirón de orejas a Obolskii

León

Tiene Niko Obolskii un estatus preferencial en la jerarquía de la Cultural, pero en el último partido se quedó en la caseta tras un primer acto en el que dejó su sello habitual. Es protagonista lejos de la portería a pesar de ser el único delantero del equipo y focaliza las atenciones de técnicos y defensas rivales por sus condiciones. Obolskii incomoda por lo que supone para el juego de ataque de su equipo y, por ello, en ocasiones percibe agresividad de los zagueros, perdiéndose en pugnas dialécticas y físicas con los contrarios que ya le costó una expulsión. Eduardo Docampo le dio un toque de atención tras el triunfo contra el Unionistas. Además de sacarle del campo, le dejó este mensaje: "parece ofuscado. Lleva un tiempo que está mas pendiente del rival, de chocar que del juego en sí y se está equivocando. Tiene la envergadura suficiente para separarse del contrario, saltar arriba y no estar esperando a que le caiga el balón, le encimen y le hagan falta. Hablaré con él".

El Docampo más crítico puso la lupa en uno de sus intocables (ha sido titular siempre que estuvo disponible), aunque el papel que tiene que desempeñar Obolskii en esta Cultural es ingrato. Aparte de iniciar la presión grupal, en el comienzo de muchos ataques acaba siendo una vía de escape ante la dificultad para superar líneas. Todo ello, unido a sus propias características, hacen de Niko un delantero atípico, poco presente en área (solo dos goles), pero llave para que otros compañeros lleguen al gol. En Riazor puso en la carrera a Percan para el espectacular tanto del leonés y este sábado provocó con su salto de cabeza el desorden rival que aprovechó Kevin Presa. Con 7 pases de gol en 2022, está Obolskii a uno de dar caza a los mejores asistentes de la categoría, precisamente Sergio Arribas y Peter, jugadores del Real Madrid Castilla, a los que se medirá el sábado en Valdebebas.

La cuestión del "9" sigue trayendo cola, dentro y fuera del club. El fichaje por el que más apostó la dirección, Claudio Medina, ha terminado por desaparecer de los planes del técnico. En cinco ocasiones ni siquiera llegó a pisar el terreno de juego y parece haberse convertido en el tercer o cuarto delantero por detrás de Obolskii, de Percan, que explota su polivalencia, e, incluso, de Querol, una opción recurrente cuando la Cultural apuesta por jugar con dos puntas. En todo caso, en Valdebebas, Obolskii y diez más.