Dos dimisiones, dos

León

Francisco José Vega Rodríguez, rebautizado como Xosepe Vega, líder del sindicato CCOO en la provincia de León, presentó esta semana su dimisión tras cinco años en el cargo y cuando aún le restan más de dos del actual mandato. Salvo su entorno más cercano, las razones de su abandono nos son desconocidas.

Liderar un sindicato de clase, vinculado históricamente en posiciones políticas a la izquierda de los socialistas, y, a la vez, propalar acenderas en favor de la religión leonesista no parece una tarea fácil de digerir. Si lo que desea es atender a su credo personal en materia política es muy oportuna esta dimisión. Aún está a tiempo, si lo desea, de hacerse un hueco en la vida política municipal que traerá mayo. O, más allá.

Deja un huérfano, su compañero y líder de la UGT, Enrique Reguero, con quien compartía algo más que vida sindical.

Si alguna dimisión se veía venir, esta era la del presidente provincial del PP, Javier Santiago. Accedió al cargo hace apenas 15 meses, en un proceso electoral cargado de irregularidades y con denuncias de fraude que han terminado en el juzgado. Senador y alcalde de Almanza, practicaba una dialéctica tosca, insultona y un hacer marrullero a la manera de su protector Teodoro García Egea.

Desprotegido de los apoyos de Madrid, acorralado en sede judicial, no ha tenido más remedio que entregar las llaves de la sede del Paseo Salamanca. El partido volverá sobre sus pasos a la casilla de salida en la que espera desde hace meses el ex consejero, ex alcalde, ex candidato a la presidencia regional del PP, el senador Antonio Silván.

No es gallego, ni ha sido ha sido aún ministro, pero es lo más parecido a Pío Cabanilllas. Al final, siempre ganan los suyos.