Iker Amorrortu pasará por el quirófano

Soria

La suerte no está acompañando a Iker Amorrortu desde su llegada a Soria a mitad del pasado curso. Si el año pasado una fractura de húmero, en su segundo encuentro como rojillo, puso fin a su temporada, en la presente es una lesión en el tobillo la que le obligará a pasar por quirófano, tal y como él mismo ha confirmado en redes sociales.

El atacante vasco, de 27 años, recaló en el Numancia el pasado mes de enero, procedente del Amorebieta, equipo de Segunda división A, bajando dos categorías, con los sorianos en Segunda RFEF. Fichaje estelar en el objetivo rojillo de ascender a Primera RFEF, ya que Amorrortu llegaba para dar un importante salto de calidad. Pero, tras debutar en Cerdanyola, como suplente, sustituyendo a Juampa Barros en el minuto 55, Iker tuvo su oportunidad como titular una semana después en Los Pajaritos frente al Terrassa. Pero en el minuto 60 tuvo que ser sustituido, precisamente por Juampa Baros, al lesionarse el brazo derecho en una mala caída en el área rival (en un claro penalti que el colegiado no vio ya que el defensor desequilibró al atacante numantino en el salto). El diagnóstico: una fractura de húmero que le obligaba a pasar por quirófano y que hacía que se despidiese de la temporada, con apelas 95 minutos jugados.

Amorrortu había firmado por media temporada (de la 21-22) más otra más en caso de que el Numancia consiguiera el ascenso de categoría, como así fue. Así que, recuperándose de su lesión, reapareció en la pretemporada numantina, mostrando su clase, su fútbol y su buen golpeo de balón, logrando incluso un gran gol en un de los amistosos. Buenas expectativas, con ilusión, pero empezaron los problemas en el tobillo izquierdo. Llegó el primer partido liguero, ante el Intercity y Amorrortu saltó al campo en el 63’, en el lugar de Mancebo, y en esa escasa media hora, pese a la pólvora mojada del equipo, dejó un par de destellos de su calidad con pases y regates. Pero no volvió a vestirse de corto. Los problemas en el tobillo le impedían ejercitarse con normalidad, hasta que, hace un par de semanas, antes de visitar al Calahorra las sensaciones eran por fin positivas y recibía el alta médica. No entró en la convocatoria ante el conjunto riojano por decisión técnica, pero con visos de hacerlo ante el Nástic. No fue así, reaparecieron las molestias y, tras varias pruebas diagnósticas, Iker tendrá que pasar por quirófano este lunes para solventar los problemas en el astrágalo del tobillo izquierdo.