Castilla y León ya cuenta con un protocolo sanitario ante casos de sumisión química

Valladolid

Los hospitales y centros sanitarios de la comunidad ya cuentan con un protocolo de actuación ante posibles casos de pinchazos y sumisión química. Ante el aumento de estas agresiones, la consejería de Sanidad ha considerado necesario unificar la atención a las posibles víctimas, que en el caso de Valladolid, alcanzan la media docena en las últimas semanas. La elaboración del documento ha sido coordinada por Lydia Salvador Sánchez, de la Gerencia Regional de Salud, y en el proceso han participado profesionales sanitarios de Valladolid y Segovia, así como un asesor jurídico y un médico forense.

En el propio documento se reconoce que el protocolo llega para "ampliar" el Proceso de atención integrada ante las agresiones sexuales publicado en 2020 "ante el aumento de casos de agresión a mujeres mediante objeto punzante". Se especifica también que se trata de "un delito de lesiones del artículo 147.1º del Código Penal" y se advierte de que es un delito público, es decir, " un delito perseguible de oficio" que no requiere para su investigación denuncia previa".

Pero el documento, además, recoge que "se trata de un acto de violencia machista, haya agresión sexual o no" y lo vincula con el "terror sexual, dirigido a coaccionar la libertad, autonomía, y seguridad de las mujeres, pudiendo ser también valorado como delito de lesiones con agravante de género como se ha recogido en algunos informes del Ministerio de Interior".

Siempre acompañada

La primera atención se dará en las Urgencias; el jefe del servicio del Hospital Clínico Universitario de Valladolid explica cómo se actúa en estos casos, ya que el protocolo se aprobó el pasado 17 de agosto: "Procuramos recabar información sobre como ha sido el pinchazo, si la victima ha acudido a los Puntos Violeta, si hay testigos o está acompañada... y también si hay alguna conducta que pueda sugerir una agresión sexual. De ser así, se pone en marcha el forense de guardia y se toman muestras.. y si no, se toman muestras de sangre y orina".

De este modo, el protocolo establece que la víctima ha de estar "siempre acompañada" ya que "se han detectado tras la agresión cuadros nerviosos graves con crisis de ansiedad y pánico que aconsejan éste acompañamiento durante el proceso".

Estos protocolos unifican la atención a las víctimas, lo que es importante para garantizar su seguridad y también para establecer un mecanismo único que ayude al esclarecimiento de los hechos: "Lo que hacemos es guardar una cadena de custodia para que esas muestras tengan valor legal en caso de que se abra posteriormente un proceso judicial".

Laboratorios criminalísticos

Respecto a la capacidad de detección de sustancias, limitada en el caso de los laboratorios de la comunidad, el protocolo establece que se remitirán a otros con más capacidad para garantizar que, en el caso de inoculación, se pueda determinar qué y en qué cantidad se ha suministrado esa sustancia: "Hacemos una determinación de carácter analítico para determinar los tóxicos que tiene nuestro laboratorio, que son cocaína, heroína, opiáceos, benzodiacepinas o fármacos habituales; el problema es que estos tóxicos son productos químicos que o no conocemos o no tenemos la capacidad de detectarlo, por lo que se manda a un laboratorio con más capacidad".