Los astados de Sanchez Herrero entran en disgregados en las calles de Cuéllar

Cuéllar

El tercer encierro de las fiestas de Cuéllar protagonizado por las reses de la ganadería Sánchez Herrero han resultado complicado por el campo y disgregado por las calles. En la salida de los corrales del río Cega uno de los astados se ha separado de la manada dirigiéndose hacia los coches y el público en el margen derecho y creando situaciones de peligro. El toro negro llegaba hasta la ribera del río y un grupo de caballistas desarrollaba un gran trabajo para sacar al astado y lograr unirlo tiempo después con el resto. El grueso de la manada ha salido lanzada y con mucha rapidez por los pinares

La manada ha cruzado la carretera de Cantalejo de forma disgregada y antes de cruzar el túnel es cuando se han podido juntar a todos. Por un lado había un grueso de cuatro toros, el quinto se había escapado hacia la zona de Escarabajosa y el sexto era reconducido desde la ribera del río. Una vez más la labor de los caballistas ha sido encomiable para poder reagrupar también al astado que se escapaba hacia Escarabajosa y ha sido reconocida con los aplausos del público. Finalmente tras una larga parada para que los toros se recuperaran y descansaran se ha cruzado por el primer túnel de la autovía. Con la fuerza de los toros ha resultado muy difícil pararlos en el resto del recorrido por el campo y el grueso de la manada llega al Embudo a las 9.17 horas con un toro negro con mucha fuerza que iba el último pero que se ha lanzado siendo el primero en entrar en las calles.

El recorrido por el pueblo ha sido disgregado. Tres bueyes hacía su entrada en la avenida Camilo José Cela con uno de los astados, después entraban dos más y el resto de la manada hacía su entrada de forma más retrasada. Ya en la calle Resina dos toros iban por delante y el resto más atrás. La manada llegaba completamente disgregada a la Plaza de los Coches y el ascenso por la calle Parras se realizaba a base de arrancadas y al trote con los mozos y los pastores tirando de ellos. Los animales han creado situaciones de peligro al arremeter contra las talanqueras y los laterales. La entrada de los toros en la plaza de toros ha sido escalonada en un encierro que ha durado en su tramo urbano unos 25 minutos.

Desde la organización, el alcalde de Cuéllar, Carlos Fraile ha pedido disculpas porque la manada ha llegado antes de lo habitual a las calles debido a con la fuerza de los astados ha sido imposible pararlos antes. "Ha sido un encierro complicado y exigente con seis toros muy encastados a la par que encabestrado porque si no, hubiera sido imposible que hubieran llegado los seis. En general el encierro ha sido disgregado y con muchísimo riesgo a la par que emocionante".

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