Ponferrada, sin peones en el paro del 12-M

A mediodía salían a las puertas del consistorio una docena de trabajadores amparados por tres concejales, dos del equipo de gobierno y el tercero, el líder del PRB, Tarsicio Carballo, que ponía por delante de cualquier bandera la del Bierzo.

Junto a él, el alcalde en funciones y responsable de personal, José Antonio Cartón, que no dudó en mostrar su preocupación por las consecuencias que conlleva la crisis económica en una cabecera de comarca que ha perdido en los últimos años diez mil habitantes. Entiende el enfado de los ciudadanos a los que representa y confía en las políticas municipales para favorecer la creación de empleo y mejorar la economía de los negocios con campañas como la destinada a promocionar el comercio local, apuntó la concejala Lorena Valle. Ambos tienen claro que es necesaria mucha más ayuda de las administraciones autonómica y nacional.

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Justo delante de ellos seguían a su faena trabajadores de una empresa de montajes que han plantado en el centro de la plaza un ajedrez gigante para dar vida al torneo Pequeños gigantes. Nadie dejó su cometido porque además tampoco creen que sirva para nada.

En contraposición, representantes sindicales de la plantilla municipal que casi en solitario defendieron la importancia de esta convocatoria. Pocos funcionarios en la calle. Algunos quizás porque parar supondrá una merma en su sueldo. Pero desde Comisiones Obreras advierten: menos población supondrá menos servicios y menos puestos de trabajo incluso en las administraciones.

Cafeterías y bares abiertos y gente como de costumbre en la barra. Al otro lado, un punto de vista crítico con quienes ven hundido el Bierzo.

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Los estudiantes, en las aulas. Y es que los más jóvenes ya están resignados: habrá que dejar el Bierzo para poder trabajar