"Te voy a poner una bomba como a Carrero Blanco": el día a día de muchos conductores de autobús

Toledo

Los conductores de autobús se han concentrado hoy para reclamar más seguridad en la estación de Toledo. Piden al Ayuntamiento, y la Junta, que la doten de vigilante; y a la empresa, que gestione mejor el overbooking de viajeros que ha supuesto la gratuidad de los abonos en algunas líneas: un 38% mas

Los conductores llegan a la dársena, hay grandes colas, y al margen de la conducción (y de cobrar el billete) se tienen que ocupar de labores que no son de su competencia. Lo explica Alberto Llave, delegado de Riesgos Laborales de Alsa "esas situaciones nos provocan más estrés, llegar a la estación y ver que hay aglomeraciones y que tenemos que ejercer como guardas jurado. Se lo hemos hecho saber a la dirección general de la compañía"

No todos los usuarios se toman bien las indicaciones. Muchos se enfadan y lo pagan con los conductores. Como José María, que explica a la SER que a él han llegado a decirle que le iban a poner una bomba "como a Carrero Blanco" Algunos viajeros van más allá y llegan a poner reclamaciones pese a intentar, en muchos casos, saltarse las normas o engañar al conductor "no hace falta que haya mucha gente. Como no oyen lo que les interesa nos pueden insultar, nos pueden agredir. Si les decimos que no les vale la tarjeta nos dicen que somos homófobos, que somos racistas, que cómo le vamos a dejar en tierra" Una compañera, que prefiere no dar su nombre, añade que estas quejas se producen en muchos pueblos cuando, al llegar lleno el autobús y no poder subir a nadie mas, se enfrentan al conductor. "No es plato de gusto pero nosotros, si no hay plazas, no podemos hacer nada. Deben esperar a la siguiente hora"

Los sindicatos están manteniendo reuniones con la empresa Alsa, en este caso, con el Ayuntamiento y con la Junta. A ésta le han hecho llegar cuáles han sido los últimos casos de agresiones. La del día 5 de marzo, por ejemplo, afectó a un chófer de la línea Madrid - Toledo al que agredieron cuatro personas. Ésto ha quedado en un caso de incapacidad temporal pero los sindicatos exigen que sea contemplado como accidente laboral.

Pedro Barriga, de la Federación de Servicios de UGT cree que más vigilancia, incluso cámaras, podrían evitar muchas situaciones de tensión y proteger no solo al personal sino a los propios viajeros. Proponen otra medida: que en las líneas con más demanda el billete tenga un horario cerrado que evite que muchos pasajeros se queden en tierra.

Otra de las cuestiones que causa tensión, y retrasos, es la falta de personal en taquillas. Mucha gente todavía no se ha adaptado a la compra online y revierten sus quejas con los conductores. Por eso piden campañas de sensibilización destinadas al público porque, si ellos conducen con estrés, su vida también está en peligro.