Más viviendas vendidas y pagos "a toca teja": el mercado inmobiliario de Castilla-La Mancha vuelve a cifras del 2006

Toledo

La compraventa de viviendas cayó un 15 por ciento en Castilla-La Mancha durante el último trimestre del año 2022. El dato empaña un año que, según los registradores, fue uno de los mejores del ciclo estadístico, con casi 26.700 viviendas, cifras muy similares a las de 2006 y 2007, cuando la crisis del ladrillo tocaba a su fin. Se vendieron un 14,9 por ciento más de viviendas que en 2021 y se constituyeron un 3,8 por ciento más de hipotecas.

Ambas variables, eso sí, cayeron a finales del pasado un 15,9 y un 22 por ciento respectivamente, lo que según el Colegio de Registradores de Castilla-La Mancha puede anticipar un cambio de tendencia. "Las cifras del año pasado no se veían desde hace veinte años, por lo que era lógico un cierto descenso, aunque nos ha sorprendido que los datos hayan sido tan fuertes", explicaba en Hoy por Hoy Toledo su presidente Alfredo Delgado.

Las provincias con más operaciones fueron, por este orden, Toledo, Ciudad Real, Guadalajara, Albacete y Cuenca. El precio de la vivienda subió en la región en 2022 un 1,9 por ciento, hasta situarse en los 844 euros/metro cuadrado. Las capitales de provincia más baratas fueron Albacete y Ciudad Real, donde los precios incluso bajaron un 0,3 y un 1,67 por ciento, y las más caras, por este orden, Toledo, Guadalajara y Cuenca.

En Toledo el precio del metro cuadrado se situó el año pasado en los 1.404 euros, un 6,7 por ciento más que sitúa a la ciudad como la capital de provincia más cara en Castilla-La Mancha para comprarse una vivienda. Los registradores creen que este encarecimiento puede deberse a la poca disponibilidad de suelo en el término municipal de Toledo y apunta que un mayor desarrollo urbanístico aumentaría la oferta y con ello una bajada en el precio.

La región registró además un importante aumento en la venta de viviendas unifamiliares. Un tipo de construcción que se disparó tras la pandemia y que ya supone el 37 por ciento del total de las vendidas en Castilla-La Mancha, muy por encima del 22 por ciento de la media nacional. Viviendas que proliferan en localidades próximas a la capital y que, unidos a un precio más bajo que el de la capital, lleva a muchos potenciales compradores a desplazarse a estas zonas.

Las cifras de los registradores revelan además otra variable: el 37 por ciento de todas las operaciones realizadas no necesitaron financiación, es decir, se hicieron "a toca teja", sin necesidad de suscribir una hipoteca. La pandemia propició el ahorro. "Todos sabemos que en España, después de la pandemia, el ahorro fue un 15 ó un 18 por ciento superior y esas viviendas que se venden ahora se compraron hace uno o dos años", señala Alfredo Delgado.

Según las estadísticas, una hipoteca supone el 25 por ciento del salario de un castellano-manchego, cifra que aún siendo elevada está lejos del 33 ó 34 por ciento de la media estatal. La cuota media en 2022 fue de 462,50 euros, un 4,7 por ciento más. "Siempre se dice que nadie debería hipotecarse más de un 25 ó un 30 por ciento. Los números en frío no dan unas cifras muy altas, pero luego hay que ver la realidad de cada persona", matizan estos profesionales.