Ministerio y Junta preparan nuevas ayudas para compensar los gastos de reposición del ganado afectado por la viruela ovina

Toledo

Comprensión pero también preocupación entre los ganaderos de la región obligados a inmovilizar su ganado para evitar nuevos focos de viruela ovina. Las organizaciones agrarias comparten las medidas adoptadas pero piden ayudas adicionales para cubrir los costes de reposición del ganado afectado. Ministerio y Consejería de Agricultura han recogido el guante y trabajan ya en un nuevo decreto de ayudas para compensar estos gastos.

"Se trata de un decreto que compense lo que les cuesta las ovejas nuevas que adquieran con el dinero que han recibido de la indemnización. El Real Decreto está desarrollándose y tramitándose a nivel nacional y nosotros también estamos preparando la orden de convocatoria para compensar a los ganaderos afectados desde el primer momento", explica en 'Jaraíz' la directora general de agricultura y ganadería de Castilla-La Mancha.

Medidas necesarias, señalan desde ASAJA, si se quiere paliar la pérdida de productividad que estas explotaciones tendrán en los próximos años "porque estamos hablando de ganadería selecta que lleva muchos años en programas de mejora genética y el coste de reposición de estos animales es bastante más elevado que el que establece la indemnización", asegura Manuel Torrero, secretario técnico de ASAJA Cuenca.

El Gobierno regional decretó a principios de semana la inmovilización de todo el ganado ovino y caprino de Ciudad Real, Albacete, Cuenca y Toledo. Tres millones y medio de cabezas que sólo pueden abandonar las explotaciones para ir al matadero. Una decisión motivada por la irrupción de una enfermedad erradicada en España desde 1968 y de la que, hasta el momento, se han detectado siete focos en la región, el último de ellos en un cebadero de Alcázar de San Juan.

Una enfermedad que no afecta a los humanos ni al consumo de productos derivados de estos animales, como la carne o el queso manchego. Existe vacuna pero su uso, afirman los veterinarios, convertiría a la enfermedad en endémica y cerraría las puertas a las exportaciones de los productos provenientes de ovejas y cabras, entre ellos el queso manchego, el alimento español mejor valorado en Estados Unidos. De los 18 millones de kilos que se produjeron en 2022, un tercio se comercializó en este país.