Seguro que traerá polémica
La firma de opinión del actor, el director teatral y el dramaturgo Juanma Cifuentes
:quality(70)/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisaradio/JESKGIGEPBBQRNVQV32L5FI6U4.png)
Seguro que traerá polémica
06:25
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1675778800094/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Albacete
Hoy.
Después de unas semanas de intenso trabajo. Doliéndome hasta el píloro, que no se donde está pero estoy seguro que me duele.
Me despierto en mi casita, me levanto, me ducho, me pongo mi “cremita", desayuno como Dios manda. Me tumbo en mi sofá recién comprado en “fama sofás” de Albacete que en esa tienda no pueden ser mas simpáticos y más profesionales y además me han traído un sofá, de lujo.
Respiro.
Siento mi espalda en ese maravilloso sofá que me coloca cada una de las vértebras que todavía me quedan sanas. Y en la inmensidad del silencio absoluto que me proporciona mi hogar, de repente un estruendo ruidoso, desagradable y poco oportuno interrumpe mi descanso reparador.
Sin darme cuenta me he tumbado encima del mando de la televisión y esta decide darme la bienvenida. Como mi elasticidad no es muy buena últimamente después de grandes esfuerzos por encontrar el dichoso mando, decido, en un acto de tolerancia que cada uno campe a sus anchas. Y allí estoy yo tumbado sobre un mando que me imagino que está empujando como un loco para librarse de mi. Con la tele a “to trapo”.
Y mi cuerpo repanchigado, pidiendo a gritos unos minutos de inmovilidad total . Le hago caso a mi cuerpo, por supuesto, se lo ha ganado a pulso. El mando que se joda, como entre tanta chicha no lo noto¡ Y la tele que se desfogue a gusto que no le pienso hacer ni puto caso. Entre todos los decibelios de gritos que salen del aparato infernal, yo me limito a respirar profundamente y a mimetizarme con mi recién estrenado sofá que me proporciona un momento de placer único.
Gritos y más gritos y tertulianos, y tertulianas e incluso algunos que no se lo que son pero que intentan imponer su ego sobre todas las cosas. Y sonrisas falsas. Y poses absurdas. Y caras de póker Y algunas otras caras de bótox Y ego, tras ego y más ego….
Y pa' chulo, chulo…. mi pirulo…
Y yo intentando respirar Y soñar Pero no me dejan… Me cago en to lo que se menea¡ Ni respiración. Ni contar borreguitos. Ni intentar recordar el texto que tengo que grabar la semana que viene. Y vuelven a insultarse Y se calientan Y se increpan Y se disgustan Y ego tras ego y tiro porque me toca. Y yo que empiezo a buscar el mando que creo que se ha asfixiado porque no da señales de vida. Y cuando al fin toco por mi espalda un trozo de algo duro que me imagino que no es una vértebra sino el dichoso mando, los tertulianos comparten una excelente noticia, me imagino que buena porque ellos todos sonríen y hasta por un momento parecen felices.
Y yo me detengo para disfrutar de ese buen rollo que parecen compartir. La noticia es la siguiente: "España es el país con más “influencers” del Mundo”. Mi mente por fín se queda en blanco. Intentando asimilar la noticia, se ha quedado atascada, como lo que hace últimamente mi ordenador, que por cierto tengo que cambiar. "España es el país con más “influencers” del Mundo”.
Espero que esta noticia solo se vea en los canales Nacionales, porque si no van a pensar que somos un atajo de gandules. Y yo me siento en este momento complice de la nefasta noticia, me contemplo tumbado en mi nuevo sofá, tocándome los huevos, como se diría coloquialmente y sintiendo, disfrutando, pasando la vida… Y esta sensación hace que me levante como un resorte y me ponga de inmediato en posición de currante, no me gusta mucho la sensación de gandulería. Y entonces empiezo a escribir este articulo de opinión.
La tele sigue sonando porque el mando se ha quedado incrustado en mi espalda, gracias a la crema que me he puesto después de la ducha que parece ser que una de sus propiedades principales es que es muy adherente a la piel. Bueno pues yo a lo mío, a trabajar. Ya recuperaré el mando cuando la crema pierda sus propiedades.
Y si no me compro otro por internet. Mientras escribo me viene a la cabeza una entrevista que le hicieron a Antonio Banderas, cuando lo echaron de la industria cinematográfica estadounidense y se vino de nuevo para su Málaga querida, para disfrazarse de nazareno, que como parecen del Ku Kus Klam, así al menos sigue teniendo la sensación de que sigue por allí. En esta entrevista decía que los americanos eran muy emprendedores y que la diferencia con nosotros, es que aquí todos queríamos ser funcionarios.
La imagen de españoles funcionarios vinculada al concepto de no ser emprendedores, nos hizo quedar ante el Mundo como un atajo de gandules, de nuevo. Y por desgracia esta otra noticia que ahora escuchaba, no ayudaba mucho a solventar el problema. "España es el país con más “influencers” del Mundo”. Os lo traduzco por si no queda claro: "España es el país con más “gandules” del Mundo”. Estaba yo escribiendo este artículo en mi intento de revertir esa imagen que desprendemos, cuando dieron otra “maravillosa” noticia, debía ser maravillosa por como la celebraban los contertulios.
Las imágenes que se proyectaban en la pantalla eran de un desfile de moda, cuyos trajes iban acompañados de unas cabezas de animales. La imagen no podía ser más patética y lamentable. Recuerdo que al emérito algo parecido, le costó el cargo. Aparte de demostrar la falta de gusto por parte del diseñador o la diseñadora o los diseñadores, eran unas imágenes que daban asco.
Asco literalmente. Os imaginaos que para poder vender vestidos pusieran cabezas de los niños pobres de Bombay, previamente reducidas sus cabezas, colgando de una sisa?. Mucho asco, me da esta gente. Poco arte tiene esta gente. Poco estilo. Poco tacto. Poca magia Y eso sí Ego, mucho Ego, disfrazado, en esos vestidos de alta costura que a mis ojos no eran más que disfraces, unos disfraces disfrazados y además muy malos. Los tertulianos aplaudieron las desdichadas imágenes, porque según ellos la firma había conseguido su objetivo que por lo visto, no era hacer diseño, sino polémica.
Y ya se sabe que en estos tiempos de cólera, lo que mas se aprecia es la maldita polémica. Menos mal que el mando de la tele pudo liberarse de el anclaje que le había hecho la crema y se desprendió sutilmente. Con la misma sutileza apagué una televisión que cada vez me da mas asco. Terminé el articulo.
Y me tumbé de nuevo para recibir un más que merecido descanso.
Por cierto, el mando sigue vivo.