Mucho, mucho ruido

Toledo

En unos días vamos a decirle adiós al 2022. Han pasado muchas cosas este año, tantas como cualquier otro, pero tanto las buenas como las malas se han quedado ahogadas por el ruido. Sí, si yo tuviera que calificar este año de alguna manera lo llamaría el año del ruido. Ruido alrededor de todo. Ruido alrededor de las leyes, las del sí y las del no, ruido alrededor de la reforma del Código Penal, ruido alrededor del Tribunal Constitucional, ruido alrededor de cualquier tipo de cambio, ruido alrededor de las ayudas, alrededor de lo que sea.

Ruido que ha encontrado en el Congreso de los diputados su principal gallinero. El lugar en el que están los que se supone que nos representan a todos es un guirigay insufrible en el se ha aparcado el diálogo y se ha instaurado el ruido. Imagínense si el ruido está en ese nivel, cómo no va a atrincherarse entre nosotros para no dejarnos reflexionar, ni pensar con claridad.

Es un ruido que nos arrastra pero no sabemos muy bien hacia donde porque no nos ha dado tiempo a meditar qué melodía suena por debajo de ese espantoso ruido. Como diría mi admirado Sabina “ruido mucho ruido, tanto, tanto ruido” tanto ruido que al final los ciudadanos no somos capaces de escuchar nada con claridad. No es posible escuchar la música, ni valorarla, ni saber si es buena o mala si por encima de la melodía, con unos cuantos decibelios de diferencia se oye sin parar el ruido.

Y no nos engañemos, es un ruido consciente e intencionado, es un ruido programado, un ruido desconcertante que nos impide visualizar lo que a cada uno de nosotros nos importa, ya sea una meta personal o común. Y es un ruido, en gran parte, propiciado porque este 2023 que nos llega es año electoral. Parece que el paso previo a votar es gritar. Como si tuviéramos que ir a las urnas en vez de con la cabeza llena de ideas con la cabeza a punto de explotar. El 2023 también va a empezar con mucho ruido, no lo duden. Solo les pido que entre tanto ruido – de tijeras, de amenazas, de navajas, de escaleras- sigan escuchando sus deseos, sus ilusiones, sus sueños y sus propias reflexiones. Es un deseo de año nuevo de una toledana de toda la vida .