Gatos callejeros

Toledo

Seguro que conocéis alguna plaza o solar donde se pueden encontrar grupos de gatos en libertad. Estos gatos han nacido en la calle o fueron abandonados por sus dueños sumándose a lo que se denomina “colonia felina”. En la ciudad de Toledo hay casi una centena de estas colonias, es decir entre 1000 y 1500 felinos que suelen recibir alimento por algunos ciudadanos. Esto conlleva que muchos ayuntamientos financien a distintas asociaciones para que los gatos sean esterilizados y liberados, lo que se llama método CES (captura, esterilización y suelta) para intentar reducir su número a largo plazo. Si no se toma esta medida, el incremento poblacional de las colonias puede ser exponencial.

Existen dos tipos de “dueños” de gatos en nuestra ciudad, los que los mantienen dentro de sus domicilios dejando que sean auténticos gatos domésticos y los que dejan que campen a sus anchas por el exterior. Esta moda de tener animales domésticos en semilibertad en las ciudades ya ha generado problemas graves como es el caso de las cotorras o loros en las ciudades de Madrid, Barcelona o Valencia. Estas especies pueden llegar a naturalizarse y ser consideradas como especies invasoras por la Administración.

Los gatos que son alimentados por piensos tienen asegurado su sustento y no por ello dejan de cazar lagartijas, aves y pequeños roedores. La ciencia nos ha mostrado que el impacto de estas colonias felinas en la fauna urbana es enorme. Así se ha demostrado que, en Estados Unidos, estos felinos callejeros llegan a matar millones de reptiles, aves y pequeños mamíferos anualmente. Los gatos suelen llevar estos animales a sus dueños como un “regalo” ya que estos les aseguran su alimentación a base de piensos. El caso se agrava cuando son introducidos en islas donde estos gatos aparentemente inofensivos llegar a extinguir especies endémicas.

Desde el punto de vista ecológico es absurdo aumentar de forma desmesurada el número de depredadores en los entornos urbanos, porque ello conlleva una rápida reducción de sus presas. Esto choca de frente con el concepto de ciudades verdes que se quiere potenciar desde la Administración. Recientemente, se ha publicado un estudio por parte de investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales que demuestra que el comportamiento de las aves en Madrid, donde hay casi 1200 colonias felinas, se ve afectado por la presencia de estas colonias. Las aves tienden a huir a mayores distancias y permanecer en zonas más altas en zonas con colonias felinas.

En definitiva, si queremos tener ciudades verdes que se sabe son beneficiosas para los ciudadanos, estos problemas generados por las colonias felinas deben tenerse en cuenta para intentar solucionarlos.