Ayudas para cubiertas vegetales y excepciones fitosanitarias: así será la nueva normativa sobre quema de restos de poda

Ciudad Real

Una de las estampas más habituales tras las diferentes épocas de poda, principalmente de los viñedos y olivos, eran las numerosas columnas de humo de las hogueras en las que los agricultores calcinaban esos restos. Y aunque cada vez eran menos habituales, este próximo jueves se aprobará previsiblemente en el Congreso de los Diputados la prohibición de la quema de estos residuos procedentes de cultivos leñosos y que se incluirá en el proyecto de ley que regula estas gestiones de restos dentro de la nueva Política Agraria Común.

Algunas de las excepciones que se plantean, como nos ha explicado Cruz Ponce, directora general de Agricultura y Ganadería de Castilla La Mancha, son las quemas siempre que hubiese problemas de carácter fitosanitarios o para prevenirlos, como ya se ha venido autorizando desde octubre por parte de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural.

De hecho, el texto incluye que sólo podrá permitirse la quema de residuos vegetales generados en el entorno agrario o silvícola cuando cuenten con la correspondiente autorización del órgano competente de las Comunidades Autónomas. También se excluye de la prohibición a las pequeñas y micro explotaciones agrarias, que podrán realizar esta práctica. Un concepto de explotaciones que, como explica Ponce, todavía está por definir y que dice debería ser trabajo de las autonomías.

Entre las posibilidades que se abren para poder usar estos restos vegetales está el uso como biocombustible, algo que muchas cooperativas, bodegas y explotaciones ya hacen. También como cubierta vegetal sobre el propio cultivo, algo que se incluye dentro de los eco-regímenes incluidos dentro de la PAC 2023 y que generarán ayudas de entre 61 y 165 euros por hectárea, dependiendo de la pendiente en la que se encuentre la parcela.

Para ello se deberá mantener esta cubierta inerte en todas las calles al menos durante un año y cubriendo al menos un 40 por ciento de la superficie que queda fuera de la copa de la planta. Lo mejor para certificar esta práctica es a través de una fotografía georeferenciada con la aplicación SGA de la Junta y apuntarlo en el cuaderno digital de explotación, como ha explicado en el programa Jaraíz la responsable del Departamento de Ayudas Horizontales de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, Nuria Villanueva.

Cubiertas vegetales

La aplicación de las cubiertas vegetales en la agricultura consiste en un picado de restos vegetales sobre el terreno, dejar crecer la vegetación espontánea autóctona de cada lugar, o bien realizar una siembra de especies adecuadas. Dicha práctica contribuye al enriquecimiento de materia orgánica del suelo, a retener el agua y a frenar la erosión. Estas son tres necesidades acuciantes de los suelos de nuestra región, y que, de no mejorarse, empeoran año a año la capacidad productiva de nuestras parcelas de cultivos permanentes.