Casi 250 mujeres del medio rural se acogen a la titularidad compartida

Ciudad Real

Castilla-La Mancha fue pionera en la aprobación de un Estatuto de la Mujer Rural con el fin de avanzar en derechos para aquellas mujeres que deciden trabajar y vivir en los pueblos. Una ley que favorece la titularidad compartida y que ha hecho que la región sea la segunda del país con un mayor número de cotitulares.

La región lidera junto a Castilla y León el número de mujeres acogidas a la figura legal de la titularidad compartida. Son casi 250 mujeres. En su mayor parte, aquellas que han estado durante años 'tirando del carro' en la explotación agraria, y que ahora han decido dar el paso, pero también mujeres jóvenes procedentes de ciudades y que han decidido volver al pueblo al ver posibilidades en el sector.

Un dato esperanzador como reconocía en Jaraíz el director general de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, José Juan Fernández ya que "el número de explotaciones se ha multiplicado por más de ocho desde que Emiliano García-Page llegó al Gobierno regional y somos la segunda región de España en número de titularidades compartidas".

En este avance mucho ha tenido que ver el pionero Estatuto de la Mujer Rural, que ha influido también en que la mujer esté también en puestos de toma de decisiones. El 40 por ciento de los grupos de acción local en Castilla-La Mancha están encabezados por mujeres, en 12 de los 29 grupos que existen en la región.

Una presencia femenina que también se nota en otras entidades, como Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, que cuenta en su junta directiva con un 40 por ciento de mujeres; organizaciones agrarias como UPA, pionera también en la región al contar con un 40 por ciento de mujeres en su consejo rector; o la Red Castellano-manchega de Desarrollo Rural, Recamder, que también cumple con la norma y que tiene mujeres en sus órganos de decisión.

"Si estas mujeres no están ahí, el desarrollo rural no será pleno y es fundamental que sigamos avanzando en esa línea: visibilizar a las mujeres donde se toman las decisiones", explica Fernández.

Pese al gran avance, todavía queda por avanzar porque dos de cada tres personas que abandonan nuestros pueblos son mujeres. Algo que no ocurre por capricho sino por las dificultades que se encuentran para trabajar y conciliar. Por ello, se hace necesario trabajar más en planes de igualdad, formación, reducir la brecha digital o el fomento del emprendimiento.