Escalona reduce la ocupación ilegal de viviendas un 60%

Toledo

La nueva ordenanza municipal, que incluye la obligación de tapiar puertas y ventanas, ha contribuido a que se produzcan menos asaltos por la fuerza a viviendas vacías. Estamos hablando de la localidad toledana de Escalona que ha llegado a tener más de 130 viviendas ocupadas. En la actualidad quedan unas 30, todas, en la misma zona. Se reduce así un 60% el número de casas ocupadas con respecto a cifras de otros años.

La principal novedad es que, dentro de las escasas competencias municipales para luchar contra esta lacra, el ayuntamiento ha conseguido, a través de la ordenanza, promover el tapiado de viviendas vacías. Lo deben hacer los legítimos propietarios aunque, como en el caso de los bancos, el propio ayuntamiento puede solicitar permiso para hacerlo. De este modo si los ocupas fuerzan la entrada sí pueden ser expulsados sin necesidad de pasar por un largo litigio judicial. Así nos lo ha contado en 'Hoy por Hoy Toledo' Álvaro Gutiérrez, alcalde de Escalona "con la ordenanza municipal lo que estamos consiguiendo en Escalona es que los propietarios de los inmuebles susceptibles de ocupación, en este caso los bancos principalmente, tapien sus viviendas y pongan sistemas anti ocupación. Y si no, lo hacemos nosotros a su cargo". Según Álvaro Gutiérrez, las casas son ocupadas por familias que no conviven con la sociedad y que "solo causan problemas de todo tipo".

Este problema, común al de otras localidades de la Sagra, tiene en Escalona una peculiaridad. El de los ocupas "vacacionales". Personas que deciden forzar una vivienda a sabiendas de que está vacía para pasar allí las vacaciones de verano. "Esto ya es el colmo del disparate. Gente que no ocupa para vivir. Ocupa para disfrutar de vacaciones, de temporadas, de fines de semana... Nosotros esas viviendas en un porcentaje muy elevado hemos conseguido tapiarlas con este plan anti ocupación. Nosotros hemos conseguido evitar que esas viviendas, que en otros veranos han estado ocupadas, no hayan podido ser ocupadas ilegalmente."

Gutiérrez sigue insistiendo en la necesidad urgente de que el Congreso legisle para acabar con este problema en todo el territorio, que quien se meta en casa ajena sea perseguido por un delito grave (y no leve) y que los lanzamientos puedan ser inmediatos. También pide no mezclar la ocupación ilegal, asociada a la comisión de otros delitos como tráfico de drogas o el negocio de las mafias, con el problema de vivienda de personas desfavorecidas para las que hay otras vías de ayuda por medio de los servicios sociales.