Las Turbas de Cuenca se integran en la Junta de Cofradías

Cuenca

Aprobada, por mayoría absoluta, la integración de Las Turbas de Cuenca en la Junta General de la Junta de Cofradías. Así culmina el proceso iniciado en 2017 para integrarlas, para lo que ha sido necesario reformar varios de los artículos de los Estatutos para posibilitar que éstas tengan un representante en el máximo órgano de decisión de la institución nazarena.

Los estatutos reformados tienen una temporalidad de ocho años. Ha habido que reformarlos porque las Turbas no están constituidas como "asociación pública de fieles" y ésta es condición de obligado cumplimiento según el derecho canónico para integrarlas en la Junta de Cofradías. Si en los próximos ocho años no se lograra "la normalidad en el comportamiento de los turbos participantes en la procesión Camino del Calvario", pueden ser desvinculadas de la Junta de Cofradías.

El presidente de esta institución, Jorge Sánchez Albendea, ha señalado que "lo deseable es que la turba acompañe al Jesús con su tambor y su clarín, avanzando en lugar de entorpeciendo el normal desarrollo de la procesión". Es decir que "el turbo sea un nazareno que acompaña y que deje de ser necesario contratar a un grupo específico de seguridad para el desfile".

El primer paso se plasmó en 2018 con la firma de una concordia suscrita por las Turbas, la Junta de Cofradías y el Obispado. Ante las dudas que surgieron por no ser una asociación de fieles de la Iglesia Católica, se solicitó un informe al Obispado. El escrito elaborado por Declan Murphy, canciller secretario, recoge que las Turbas son una asociación privada de fieles sin personalidad jurídica y su integración se produce en el ámbito de las excepciones en virtud de consideraciones de carácter histórico. En base a este informe todas las partes han firmado un acuerdo de mínimos.