Celiaquía: los falsos mitos en torno a la enfermedad

La enfermedad celiaca es un trastorno sistémico de base inmunológica, causado por la ingesta de gluten y otras proteínas afines, que afecta a determinados individuos predispuestos genéticamente El gluten, para terminar de definir y entender mejor la enfermedad, es una proteína que se encuentra en la semilla de muchos cereales como son el trigo, la cebada y el centeno, así como sus derivados. De este modo, el sistema inmunitario del celiaco, ante la presencia de las proteínas del gluten, reacciona desencadenando un proceso que provoca daño en las vellosidades intestinales, con aplanamiento y la pérdida de superficie absortiva de las mismas, y con síntomas digestivos asociados predominantemente La EC es una enfermedad con frecuencia infradiagnosticada ya que puede presentar unos síntomas muy inespecíficos, que provoca que muchos casos tarden en diagnosticarse. La prevalencia de la enfermedad celiaca en la población general se describe habitualmente en el 1% de los adultos., con una relación 2:1 mujer/hombre Destacar también que la mayoría de los casos son diagnosticados más allá de los 20 años. La tríada sintomática más frecuente en todos los grupos de edad está compuesta por: diarrea, dolor abdominal y anemia, aunque, los síntomas digestivos no son los únicos. Estos síntomas predominan por ese mencionado previamente daño a nivel de las vellosidades intestinales y la perdida absortiva de las mismas. No. Existen también síntomas extraintestinales como cansancio, perdida de apetito, pérdida inesperada de peso, o edemas… El diagnóstico se basa en una sospecha clínica por los síntomas de los pacientes y los hallazgos en la exploración cuando predominan los síntomas típicos, especialmente cuando pertenecen a los grupos de riesgo La EC se relaciona con otros trastornos autoinmunes como la DM tipo 1, la tiroiditis autoinmune o el lupus por poner algunos ejemplos Así, el uso combinado de criterios clínicos, las pruebas serológicas y genéticas, y las biopsias nos permite establecer el diagnóstico definitivo, siendo la primera línea diagnóstica tras la sospecha clínica, la determinación de anticuerpos IgA anti-TG y de niveles de IgA total No es cierto. Hasta el momento, la celiaquía no tiene cura. Esta patología es una enfermedad autoinmune crónica, lo que significa que los celíacos deben seguir una dieta sin gluten de por vida. Afortunadamente sí tiene tratamiento, una dieta sin gluten estricta y de por vida que permite al celiaco realizar una vida completamente normal siempre y cuando no vuelva a ingerir gluten. No. Como en casi toda enfermedad, muchas personas intentan lucrarse aprovechando de la desesperación e incertidumbre que provoca el sufrir una enfermedad, y en el caso de la EC, también aparecen pseudoterapias y tratamiento alternativos que ofrecen curarla. Pero no, como decimos, no existe un tratamiento curativo para la enfermedad celiaca. El gluten no engorda. Si una persona que consume habitualmente pizzas, pastas y bollería deja de tomar estos alimentos, puede adelgazar. Ahora bien, si los sustituye por pizzas, pasta y bollería sin gluten, estará en la misma situación. No es el gluten lo que engorda. Es un error. Hay personas que, aun sabiendo que son celíacos, siguen comiendo gluten porque no notan muchos síntomas. Pero el daño intestinal no se va a sanar, continuará la atrofia de las vellosidades y no se absorberán bien los nutrientes, y eso puede provocar deficiencias de yodo o hierro por poner algunos ejemplos.