Solo 66 estudiantes de los primeros cursos de Medicina de la ULL están empadronados en el norte de Tenerife

Enésimo intento de las instituciones tinerfeñas por desatascar la autopista del norte. El Cabildo y la Universidad de La Laguna (ULL) han alcanzado un acuerdo para retrasar a las 10 de la mañana el inicio de las clases en los tres primeros cursos del grado de Medicina. A cambio, el corporación insular aportará una financiación extra de dos millones de euros a la academia, según anunció el presidente Pedro Martín. En el centro del debate social se encuentra el grado de efectividad que puede tener el aplazamiento del inicio de las clases en el alivio de las constantes colas que sufren los conductores de la TF-5 a diario y en horas punta. Y es que, según ha reconocido en Hoy Por Hoy La Portada el rector de la ULL, «echando números del alumnado que acude a estos tres primeros cursos de Medicina, estamos hablando de 66 personas que están empadronadas en algún municipio del norte de la Isla». A renglón seguido, e insistiendo en que «es bueno dimensionarlo (el impacto de la medida)», Francisco García ha asegurado que de esos 66 universitarios «muchos residen en el área metropolitana y otros utilizan otros medios de transporte (diferente al coche)». Si se valora el coste de la financiación extra de dos millones de euros por universitario empadronado en algún municipio del norte, el resultado que surge es de 30.303 euros por personas. Pese a ello, el rector destaca la medida ya que «todas las pequeñas gotas contribuyen, son bienvenidas. Es un mar de actuaciones las que hay que desarrollar». También se ha pronunciado al respecto Pedro Martín, que asegura que «esto no va de pongo tanto dinero en función de que pones tú tantos alumnos, esto no va al peso. Esto es la preocupación del Cabildo de Tenerife por mejorar una situación complicada de la Universidad, para ayudar a financiar su investigación, el trabajo y la calidad que se ofrece a nuestros estudiantes». A esto, ha añadido que «si, además, va de la mano de cambiar los horarios, pues vamos empezando. Primero por la Facultad de Medicina. Y esto es una primera puerta que se puede abrir para otras facultades que se pueden ir incorporando». La apuesta por retrasar el inicio de las clases a cambio de financiación extra es una posibilidad que ya puso sobre la mesa hace dos meses Martín. Entonces, la mayoría de facultades consideró prácticamente imposible ceñirse a la petición de la corporación insular, por lo que la medida quedó en el aire. Desde la ULL (con su anterior equipo rector al frente) se reivindicaron como un factor que contribuye a las eternas colas, pero no como la causa en sí. Fuentes universitarias insistieron, además, en una encuesta interna de movilidad cuyos primeros resultados concluyen que la mayoría del alumnado asegura venir del área metropolitana. La Ley autonómica de Cambio Climático ya obliga a las universidades públicas y privadas de Canarias a «establecer planes de escalonamiento horario del comienzo y terminación de las actividades». Todo, con el fin de «reducir la intensidad del tráfico generado». Así lo establece el artículo 49 de la norma de la que se ha dotado el Archipiélago recientemente. Este punto da un plazo máximo a las academias de cuatro años desde la aprobación de la Estrategia Canaria de Acción Climática (este año) para elaborar dichos planes. Al respecto, el presidente insular ha aseverado que, con la media acordada, «estamos empezando ya a facilitar que se cumpla con una ley que se acaba de aprobar de Cambio Climático». Sin embargo, Francisco García sostiene que «ya la Universidad de La Laguna hace escalonamiento horario» porque no todas las actividades ni clases empiezan a la misma hora. «Desde mi punto de vista, estamos cumpliendo esa normativa. Insisto, cualquier mejora que nosotros podamos plantear, no te quepa duda que lo haremos. Ese es nuestro compromiso y vamos a por ello. Y, además, lo haremos gratis», ha concluido el rector.