La Ley canaria de Cambio Climático ya obliga a las universidades a establecer planes de escalonamiento horario

La Ley autonómica de Cambio Climático ya obliga a las universidades públicas y privadas de Canarias a «establecer planes de escalonamiento horario del comienzo y terminación de las actividades». Todo, con el fin de «reducir la intensidad del tráfico generado». El consejero de Transición Ecológica recuerda el artículo 49 de la norma que, además, da un plazo máximo a las academias de cuatro años desde la aprobación de la Estrategia Canaria de Acción Climática (este año) para elaborar dichos planes. «La Ley de Cambio Climático está para cumplirla», ha asegurado José Antonio Valbuena instando a las administraciones públicas a leerla detenidamente porque «hay que pedirle un plus que no le podemos pedir al sector privado». Valbuena ha concluido como «dato objetivo y evidente» que «cuando no hay clases en las universidades, la intensidad del tráfico disminuye de manera considerable». El consejero ha respondido así a la polémica suscitada por la propuesta que ha hecho el Cabildo de Tenerife a la Universidad de La Laguna (ULL), pidiendo que retrase el horario de inicio de las clases en algunas facultades y cursos para aliviar las colas de la TF-5. A cambio, el presidente insular, Pedro Martín, metió en la ecuación la posibilidad de financiar con hasta 20 millones de euros a la academia de forma suplementaria: «Puede haber medidas que ayuden a descongestionar. Es una posibilidad interesante, siempre y cuando las facultades puedan hacerlo, porque habrá quien no tenga posibilidades. Pero creo que este es el momento», señaló. Desde la ULL se reivindican como un factor que contribuye a las eternas colas, pero no como la causa en sí, sosteniendo justo lo contrario al consejero: «Hay momentos en los que se producen atascos en los que no hay actividad universitaria», sostuvo el vicerrector Néstor Torres. Como consecuencia, la mayoría de los decanos consideran casi misión imposible poder retrasar el inicio de las clases. Solo la Facultad de Ciencias de la Salud estudia la propuesta «seriamente». Y es que desde el equipo directivo de la academia ya se ha trasladado a la corporación insular «que resulta difícil, que no es sencillo» articular la medida solicitada. Fuentes universitarias aseguran, además, que la academia ya ha realizado una encuesta interna de movilidad cuyos primeros resultados concluyen que la mayoría del alumnado asegura venir del área metropolitana. También sostienen que los horarios ya funcionan de forma escalonada porque los futuros egresados no entran a la misma hora en todas las facultades ni cursos. Otro factor clave para rechazar el retraso del inicio de las clases es la conciliación laboral-familiar tanto del personal como de los estudiantes. Al respecto, la Asociación Canaria de Estudiantes pide que impere «el criterio técnico» y no las propuestas que «podrían poner en apuros a la comunidad». El consejero Valbuena, no obstante, ha insistido en la necesidad de cumplir la Ley y ha elogiado la propuesta del Cabildo, realizada con «una responsabilidad importante». Por tanto, «si yo fuera la Universidad de La Laguna, no lo desaprovecharía porque si no, cuando tengan que implementarlo, tendrán que implementarlo ellos mismos, solos, sin ningún tipo de ayuda económica».