Política

"Un test de delincuencia para cada militante": el Mediador irrumpe en el Parlamento provocando rabia e impotencia

El debate sobre el Caso Mediador decepciona al mismísimo Presidente de Canarias

GRAFCAN7328. SANTA CRUZ DE TENERIFE (ESPAÑA), 14/03/2023.- El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres (PSOE), interviene en el pleno extraordinario del Parlamento de la comunidad autónoma dedicado de forma monográfica a la trama de presunta corrupción conocida como "caso Mediador". EFE/Ramón de la Rocha / Ramón de la Rocha EFE

Santa Cruz de Tenerife

El mediador no es diputado, pero entró este martes en el Parlamento de Canarias como acostumbraba a hacer en cualquier institución: como Pedro por su casa y por la puerta grande. Se sentó como una señoría más en el hemiciclo, en sentido figurado por supuesto; y por tanto sin grabadora. Y aún así, logró poner al descubierto la desnudez de nuestros parlamentarios.

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Los primeros que se desnudaron fueron los portavoces de la Agrupación Socialista Gomera y de Podemos, enredados ambos en un buenismo pueril, no exento de frases cómicas. Jesús Ramos Chinea hilvanó un discurso con puntadas sobre la transparencia y la sinceridad como valores a defender y echó un cabo no sólo al Gobierno del que forma parte su formación, sino al PSOE al completo: "Una foto [la de Tito Berni, of course] no puede empañar 143 años de historia del socialismo". Abogó por un pacto contra la corrupción que pasa, dijo, "por evitar reproches entre partidos porque nos perjudica a todos". Y concluyó preguntándole al aire: "¿Qué podemos hacer: un test a cada uno de los militantes para saber si van a delinquir?". Al concluir, su capacidad discursiva recibió el beneplácito de su jefe de filas con un simple parpadeo... y es que el incombustible Casimiro Curbelo no pudo disimular (quizá ni quiso) que es plenamente consciente de la escasa capacidad de convicción de su pupilo gomero.

Cogió el testigo Manuel Marrero, que repitió más de lo mismo a su manera. Y desde el rincón de pensar en el que se sienta en la Cámara autonómica, se levantó para engarzar varias perlas sin ton ni son hasta encadenarlas, como maestro que fue, con la enseñanza que más gusta impartir a su formación: lecciones de ética. ¡Cómo pueden unos pocos delincuentes hacer tanto daño!, confesó, y aprovechó para dar un par de bofetones sin manos y a un tiempo al mediador y al Partido Popular .

Corromper la corrupción

El diputado Marrero propuso la creación de una oficina anti-fraude en Canarias; la aprobación de un estatuto del denunciante, para que lo proteja de las fuerzas oscuras que irán a por él (como si no ofreciera ya la ley protección y anonimato); y una retahíla de medidas más con las que acabar "con el clientelismo masivo que practican algunos", sin señalar a nadie en particular. Concluyó mostrando una relación de "los 500 casos de la corrupción en Canarias" y culminó así la faena: "Lo que tenemos que hacer para acabar con esta mancha de aceite es... corromper la corrupción con honestidad".

Llegó el turno de Nueva Canarias y, antes siquiera de empezar a disertar su tibio discurso a favor del Gobierno, Luis Campos se justificó: "Cuando me preparaba la intervención me surgían dudas sobre cómo orientarla". Y es que quedar bien y mal a un tiempo no es ni fácil ni plato de buen gusto: "No voy a defender al Gobierno", comenzó por afirmar sin demasiada contundencia, y a reglón seguido se lanzó a una defensa en abstracto de la actividad pública: "Sea político o funcionario quien la ejerza", precisó. Luego arengó a la sociedad para acabar con los corruptos: "Quien entra en política para corromperse era ya un miserable antes, que habría delinquido en cualquier ámbito. Por tanto es una tarea de todos, porque hay un rechazo social, pero tenemos que exigir a la sociedad un rechazo mayor a la corrupción. Señalemos a los corruptos y aislémosles como sociedad, que será más efectivo que cualquier oficina anti-fraude". Y finiquitó su dubitativo discurso a lo Groucho Marx: "Lo bueno del bochorno que sentimos en Canarias es que le podemos dar la vuelta, porque en el fondo, afortunadamente, a grandes rasgos, estamos lanzando el mensaje de que Canarias no es como otros territorios más acostumbrados a cohabitar con ecosistemas corruptos".

Los otros, por Nira Fierro

La socialista Nira Fierro recurrió a Sartre, sin decirlo ni probablemente proponérselo, para insistir en la idea de que el infierno son los otros, entendiendo por otros a los dirigentes del Partido Popular: "Hemos dado una respuesta ejemplar, no como otras formaciones"; "con contundencia y caiga quien caiga, no como otros"; "hemos actuado con transparencia ejemplar frente al oscurantismo de otros". La secretaria de organización del partido con dos ex militantes investigados por corrupción, lamentó el "ruido" y la "paranoia mediática". Y atacó, con la misma pasión e inspiración divina con que Juana de Arco venció en la guerra de los Cien Años, el empeño de otros por empañar la virtuosa imagen de su intachable compañero de partido; la de su indiscutible líder cuya marca está por encima del propio PSOE; la del presidente de Gobierno que "es honesto y da la cara".

Un calvario evitable

El propio Ángel Víctor Torres advirtió, nada más tomar la palabra, que podía haber evitado el calvario de comparecer en el debate monográfico del caso mediador si hubiera querido, porque el reglamento no obliga al presidente a hacerlo. Y que, por propia voluntad (y no porque lo hubiera solicitado la oposición), lo hacía él en persona y no cualquier otro consejero o portavoz del Gobierno. Aceptado el sacrificio, se mostró serio durante todo el debate y, a ratos, irritado.

El presidente socialista criticó las intervenciones de los principales partidos de la oposición, que no fueron especialmente beligerantes ni en el fondo ni en las formas, con una respuesta desmesurada a sus preguntas: "Con sus insinuaciones están diciendo que este Gobierno ha avalado actuaciones ilícitas y si eso es lo que creen, ¡levántense y váyanse a los juzgados!".

El umbral de crítica

Ni Manuel Domínguez ni José Miguel Barragán habían acusado al Gobierno de delinquir; sí de ocultar parte de la verdad que conocían, de laxitud en el control de la gestión de sus altos cargos y, sobre todo, de querer dar carpetazo al caso mediador sin llegar al fondo del asunto. Pero el umbral de crítica del Gobierno de Canarias, y especialmente de su Presidencia, no soporta el mínimo estímulo.

Roza también la paranoia la querencia de la clase política canaria por mezclar churras con merinas, Política y Justicia, pese a los discursos en contra. Y así acabó el pleno de su señoría el mediador, con el recurrente ¡Y tú más!: "Están haciendo un uso político del caso a escasas semanas de las elecciones", afeó el candidato Ángel Víctor Torres a sus rivales políticos. Y añadió: "Ya lo intentaron hace cuatro años conmigo".

La afirmación fue un patinazo en toda regla de quien sabe que desde su propio partido, y no desde instancias policiales y judiciales, se sigue moviendo el avispero para mantener vivo el muerto del caso Reparos contra el candidato nacionalista Fernando Clavijo. Al portavoz de Coalición Canaria le faltó tiempo para responderle: "Dice el PSOE hoy que vamos a por Torres, que fuimos en el año 2019 y vamos en el año 2023; de lo que sí tenemos certezas es de que en el año 2015 y en el año 2019 fueron ustedes a por Fernando Clavijo. Y miren cómo ha terminado el asunto. Y hay una sospecha, no digo que tuviéramos la garantía de gobernar, de que algo les benefició para que ustedes estén sentados hoy aquí con el Pacto de las Flores".

Es un clásico de la política que este tipo de debates monográficos sobre la corrupción incomoden al Gobierno de turno, pero a quien no satisfagan sea a la oposición. En este caso, sin embargo, Ángel Víctor Torres dio la vuelta a la tortilla: "Yo esperaba mucho más de este pleno, sinceramente".

¡Si Kafka levantara la cabeza, encontraría en Canarias una inagotable fuente de inspiración!

 
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