Primera línea del frente sanitario

Canarias

La escasez de espacio ha llevado a algunos ambulatorios a tener que solapar servicios, por lo que no es nada raro ver colas de pacientes que se van a hacer analíticas interrumpiendo a las madres o padres que esperan con sus hijos para ser atendidos en pediatría. Y este es solo un ejemplo. Algunos centros de salud han perdido su viejo orden y estética, y tampoco es raro ver desconchados sus paredes y pasillos.

Que hemos ido a menos en Atención Primaria es una evidencia, que reparan con más voluntarismo que recursos quienes nos atienden. Nos dijeron que la pandemia iba a traer consigo el refuerzo de la primera línea del frente sanitario, pero no fue así. Parece que, ahora sí, comienza el Gobierno a inyectar más profesionales y medios para aliviar la sobrecarga que soportan los médicos de familia.

Aunque hay tapones que va a resultar difícil revertir, entre ellos desburocratizar su labor y agilizar las repuestas de los especialistas a los que nos derivan. También los pacientes debemos poner de nuestra partes y aprender a hacer buen uso, y no un abuso, de nuestros servicios sanitarios.