Más gofio, que es la guerra

Santa Cruz de Tenerife

Me encanta el escaldón de gofio. Me gusta tanto que lo creo poseedor hasta de capacidades adivinatorias. Eso concluyo al analizar la repetida fotografía de los primeros espadas de Coalición Canaria, pala en mano, dándole el punto al escaldón en el puchero que han vuelto a organizar los amigos de La Florida.

Observo en los rostros fotografiados de los nacionalistas unas miradas serias y profundas dirigidas al fondo del mayúsculo recipiente en el que creo buscan hallar las respuestas al inmediato futuro electoral.

No suena la estrofa del zurrón del gofio yo lo traigo aquí, pero intuyo en ellos esa intención de encontrar una respuesta sobre el futuro de su partido y al tiempo las ganas reprimidas de gritar: "Más gofio, que es la guerra".

Siendo justos, hay que decir que en todas las formaciones políticas se aprecia un alto nivel de nerviosismo, y trémula me pareció la voz de Pedro Martín, el pasado viernes en el pleno del Cabildo, intentando explicar la estafa cibernética próxima al millón de euros que ha sufrido la corporación insular por parte de los delincuentes digitales.

Está claro que a las redes, bicheros, y pandorgas cibernéticas las carga el diablo, y también que del dinero que le han levantado a cuatro organismos cabildicios, y del que nos hemos venido a enterar ahora, el más llamativo es el de los 300.000 euros que le mamaron al servicio de lavandería del IASS, cuando todos sabemos que los trapos sucios se han de lavar en casa.

Todo esto pasa mientras la Universidad de La laguna va con la proa pal marisco, y Nadia Calviño pide aumento salarial para los trabajadores vía salario mínimo interprofesional, tirándole una bimba de gofio a los empresarios.

Qué nerviosos andan unos y otros.

Hace falta mucha tila y gofio condimentado con una buena dosis de Valium.

Todo está preparado para la isa del siete, ahora isa del ocho incluida La Graciosa.

Lunes, 30 de enero. Buenos días, La Palma. Buenos días, Tenerife.