Dimitir a tiempo o a destiempo

Tenerife

No conviene a ningún Gobierno que la gestión de alguno de su miembros acabe en los tribunales. Muchas veces, la mayoría, el asunto termina en nada; pero por el camino los rivales políticos, que siempre los hay, tienden a convertir el caso en un circo.

Conrado Domínguez concitó ya en su contra animadversión dentro del propio Gobierno antes de su nombramiento. Y ello ha pesado en la presión para que dimita. Pero, más allá de estas fobias, siempre interesadas, su resistencia a dimitir ha terminado por complicar una salida política más adecuada a la gravedad de algunos hechos. Entre ellos, que el Servicio Canario de Salud quedé descabezado por quinta vez en lo que va de legislatura.

El Gobierno de Ángel Víctor Torres peca en demasía de actuar al mejor estilo 'marianista'; es decir, confiando en que el tiempo resuelva. Y efectivamente el tiempo termina por resolver, pero no siempre a favor de quien para no se decide a tomar decisiones difíciles cuando corresponde. Y si no que pregunten a Mariano Rajoy.

Ahora queda la duda de si Conrado Domínguez será cabeza de turco o caerá alguna más alta cuando concluya la investigación judicial.