El problema de la vivienda también en la Policía: "Llegué a Ibiza en marzo y mi casero me echó al comenzar la temporada"

Palma

El colectivo de la Policía Nacional es uno de los que ha reivindicado este sábado una mejora de las condiciones. En la SER hemos hablado con Roberto Maneiro, un agente gallego que lleva un año trabajando en Sant Josep, en Ibiza, y que ha sufrido la falta y el encarecimiento de la vivienda. "Llegué en marzo de 2022 por seis meses, entré a un piso de una habitación por 950 euros, y mi casero me echó antes de verano", ha explicado.

"Era un precio alto, pero por menos de 1.000 euros casi no encuentras nada decente. Decía que era para vivir él, pero coincidiía con el comienzo de la temporada turística", ha añadido, concretando que "me alojé en casa de un compañero hasta que tuve suerte y encontré el piso en el que estoy ahora, en Santa Eulària".

Ha señalado Maneiro que esta situación es algo que se comenta en otros puntos del país, ya sabía a lo que se enfrentaría antes de llegar a Ibiza. Y es que ha indicado que "no es el peor destino, ni mucho menos, pero es el peor que puede tocarte mirándolo desde la parte económica". Tiene claro que aguantará un año más en la isla, pues, "por a gusto que esté, no me da para vivir tranquilamente si no se pone solución al problema".

Según ha contado, el plus de residencia se cobra en Canarias, Ceuta, Melilla, Euskadi y Baleares, siendo el de aquí el más bajo; por tanto, "aunque sigue sin compensar, lo mínimo que puede hacerse es igualarlo al de Canarias". Otra tema es la fidelización, para lo cual ha señalado que habría que ir más allá, "con otro tipo de complementos que aquí no existen y sí que cobran en Canarias, que supone alrededor de 400 o 500 euros más".

Con todo, ha matizado que su caso no es el peor. Hablamos ya de vivir en caravanas durante los meses de verano, después de firmar, sin otro remedio, un contrato de alquiler de octubre a junio o, incluso, que dos compañeros compartan la propia habitación cuando saben que nunca coincidirán en el turno.

Maneiro ha recordado que, al fin y al cabo, pueden pedir el traslado y terminar marchándose si no lo pueden afrontar, pero "es el ciudadano el que ve cómo los servicios públicos se resienten cuando no ve más que policías saliendo de la isla".