0-0. Pena máxima en Can Misses

Ibiza

A la Ud Ibiza se le ha escapado otro tren y cada vez quedan menos estaciones donde pararse. Ha estado cerca del triunfo, Cristian Herrera ha fallado un penalti en el minuto 58 y ha estado cerca de la derrota al final cuando jugada en inferioridad por una injusta expulsión de Julis. Al equipo celeste, serio y ordenado atrás le ha faltado colmillo para meter mano a un Villarreal B, que ha tenido más posesión, pero al que también le ha faltado instinto asesino en los metros finales. Los locales solo han disparado una vez entre los tres palos, una estadística magra, cuando solo vale ganar.

El estadio Palladium- Can Misses ha registrado una de las mejores entradas de la temporada con una afición que no ha parado de animar, pero que no ha podido ver el segundo triunfo seguido de su equipo que le hubiera dado más vitaminas para afrontar lo que queda habiendo recortado puntos en la lucha por la salvación que sigue de momento a 12 puntos.

El técnico de la UD, Lucas Alcaraz, ha asumido que si se quiere alcanzar la tierra prometida es imperativo dejar tu portería a cero. En eso ha trabajado y los resultados le avalan, por segunda jornada consecutiva no ha encajado goles, pero el mayor orden defensivo lastra los movimientos ofensivos, porque los atacantes se aplican mucho más en el repliegue, pero luego están muy lejos de la portería rival. Hay que elegir entre papá o mamá y no es fácil.

Alcaraz ha apostado por el mismo bloque que ganó en Leganés con la única modificación obligada de Suleiman por el sancionado Ekain. Los dos nueves disponibles, Julis y Kaxe no son la primera opción.

El encuentro ha arrancado con los locales mejor posicionados, trabajando bien en la presión y recuperación con un fantástico Serrano en la zona ancha. Suleiman y Herrera intentaban generar desborde por su banda, pero arrancaban siempre demasiado lejos y tenían demasiadas piernas que sortear. No era fácil conectar, a veces de falso nueve, y al que no se le ve cómodo en la posición, aunque brega y se desgasta en la presión. Así que todo el empuje ibicenco se concretó en un disparo cruzado de Coke.

Superado el ecuador del primer tiempo, el Villarreal B se adueñó de la pelota, a lomos de Sergio Lozano, un jugador cinco estrellas, con toque visión, desborde y fútbol vertical. Una dejada suya dejó a Fer Niño delante de Fuzato, que se hizo santo una vez más y poco después lo probaba el mediapunta con un remate raso que volvió a salvar el portero local. El Ibiza no encontrada su sitio, estaba incómodo en el campo y agradeció el descanso.

En la reanudación cambió poco la decoración. La posesión era visitante y el viento dificultaba el juego sobre todo para los locales que lo tenían en contra.

Pero de la nada llegó la gran ocasión local. En un saque de esquina botado por Herrera, el balón impactó en la mano de Millán. El colegiado extremeño, Hernández Maeso, dijo "sigan, sigan", pero desde la sala VAR le chivaron que había algo raro. Tras revisar la acción decretó los once metros. Cristian Herrera asumió galones, y el portero visitante Iker Alvárez le adivinó la intención y repelió el disparo.

Ahí se fueron las opciones de victoria. El equipo ibicenco acusó el golpe y Alcaraz intentó reactivarlo dando entrada a Appin y Julis. Poco después entraba Morante para tener más control y posesión. Antes de que las modificaciones tuvieran éxito, el colegiado vio como roja una acción de Julis en un balón dividido en el medio campo ante Lozano. La acción era de amarilla, pero esta vez desde la sala VAR optaron por silbar.

Con inferioridad, el Ibiza se pertrechó para intentar salvar un punto y el Villarreal B se volcó. Serrano seguía haciendo un trabajo impecable en la medular, los centrales, Marín y Grillo, estuvieron impecables todo el encuentro y hasta Escobar fue menos vulnerable por su banda.

Fores tuvo la mejor ocasión, pero se topó con el poste. Fuzato volvió a ser santo con paradas salvadoras. Tuvo una acción en ataque el Ibiza con una galopada de Appin que acabó en falta en la frontal, pero el árbitro se tragó el silbato. El centrocampista de la UD se lesionó en la jugada y el Ibiza acabo con nueve futbolistas de campo y luchando por salvar un punto.

Su balance en las últimas semanas no es malo, una derrota en siete partidos, pero de uno en uno no se llega a la meta, aunque hay que seguir intentándolo. El éxito no está en ganar siempre, sino en no rendirse nunca